jueves, 1 de mayo de 2014

VIAJE AL FUTURO





Bienvenidos Crononautas a este viaje en el tiempo, en este caso: AL FUTURO
Increíble, pero cierto. Quién nos iba a decir que se podría realizar tan fácilmente, una maravilla.

Y ahí va el secreto: el famoso Condensador de flujo necesario para este tipo de viajes es una herramienta más de Blogger:

Hoy es 1 de mayo de 2014





Podría traer la escena del viaje de Jodie Foster a través de los agujeros de gusano en la película Contact (1997), pero me quedo con Michael J. Fox en la escena del principio (que en su día me pareció graciosa)  de la película Regreso al futuro (1985), dirigidas ambas por Robert Zemeckis.






Y esta otra. (Menos mal que llamó a su primo)
Johnny B. Goode: Intérprete y compositor Chuck Berry
(A esto se le llama... jugar con ventaja).












OTROS VIAJES EN EL TIEMPO


El Gran Telescopio CANARIAS (GTC) es un telescopio de espejo primario segmentado de 10,4 metros de diámetro. Se encuentra instalado (a unos 2.400 metros de altitud) en uno de los mejores lugares del hemisferio norte: el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, Islas Canarias (España). 




Las máquinas para viajar en el tiempo existen y se llaman: TELESCOPIOS

Cuando miramos el cielo estrellado, el firmamento que vemos es tan solo una ilusión óptica, porque ciertas estrellas que vemos brillar, en realidad ya han muerto, otras se encuentran en una posición distinta, y algunas que parecen jóvenes en realidad son muy viejas, etc.

Todo esto se debe al tiempo que emplea la luz en llegar hasta nosotros, mayor cuanto más lejanas están las estrellas. Es un hecho perfectamente conocido, pero al pensarlo siempre nos sorprende un poco, precisamente porque es algo que no forma parte de nuestra experiencia cotidiana.
Cuando los astrónomos observan el universo se encuentran con este curioso fenómeno. Y saben muy bien que sus telescopios son, en cierto modo, máquinas del tiempo que miran a lo lejos, no solamente en el espacio, sino hacia atrás en el pasado.

La luz viaja a 300.000 kilómetros por segundo, es decir, realiza siete veces la vuelta a la Tierra en este breve espacio de tiempo. Sin embargo, incluso a esta velocidad, la máxima posible, los abismos cósmicos y las distancias que separan estrellas y galaxias siguen siendo inmensas y prácticamente infranqueables, la amplitud del espacio y la relativa lentitud de la luz, tienen una consecuencia curiosa: La luz que nos llega desde las estrellas surgió hace cientos de miles, quizá millones o miles de millones de años, y nos muestra el astro tal como era en épocas remotas, no como es ahora. Por eso, los telescopios funcionan como auténticas máquinas del tiempo. 

Vía Láctea
Los objetos celestes que observamos, no están lejos solamente en el espacio, sino también en el tiempo. Por ejemplo, la luz del Sol emplea 8 minutos en viajar de su superficie hasta nosotros. La luz de la estrella más cercana que vemos en la actualidad, Próxima Centauri, surgió hace 4 años y 4 meses. 

Cuando observamos el centro de la Vía Láctea, lo vemos tal como era hace 30.000 años, época en que la luz que llega actualmente a la Tierra empezó su viaje desde esas remotas regiones cósmicas.





Galaxia de Andrómeda
Nosotros vemos Andromeda, la galaxia más cercana, tal como era hace dos millones de años, de hecho es el mismo tiempo que ha empleado la radiación luminosa en superar el abismo de espacio que nos separa de esa galaxia. Y si en Andrómeda, una civilización tecnológicamente evolucionada pudiera observar nuestro planeta, no vería la Tierra actual, sino la de hace dos millones de años, con nuestros antepasados los homínidos correteando todavía por la sabana africana.

Conclusión, la imagen captada por el telescopio, en realidad nos muestra cómo era el objeto cuando el Universo era mucho más joven. 



Próxima Centauri es el nombre de la estrella más próxima a la Tierra sin contar el Sol. Esta estrella es una enana roja localizada en la constelación Centaurus, una constelación situada en el extremo norte de la Vía Láctea.

La distancia de esta estrella con respecto a la Tierra en años luz (un año luz es la distancia que recorre la luz en un año) es de 4,4 años luz (43 billones de kilómetros de distancia).

La galaxia de Andrómeda, pese a su lejanía, es una vecina cercana, pertenece (junto a la Vía Láctea y la Galaxia del Triángulo, más otras 30 de menor tamaño) al denominado Grupo Local.

Volviendo al futuro, se ha observado que Andrómeda y nuestra galaxia se acercan rápidamente a una velocidad de unos 500.000 km/h, lo que plantea que pueda producirse una colisión entre ambas dentro de unos 3.000 a 5.000 millones de años, según la masa que tengan estas galaxias.

¿Imagen del futuro? 
El meticuloso estudio de los leves desplazamientos de las estrellas de M31 en relación con las galaxias de fondo en las últimos imágenes del Telescopio Espacial Hubble indica que el centro de M31 podría estar en una trayectoria directa de colisión con el centro de nuestra galaxia hogar.
Sin embargo, los errores en la velocidad lateral parecen ser lo suficientemente grandes como para admitir una buena probabilidad de que las partes centrales de las dos galaxias no colisionarán del todo, pero estas se acercarán lo suficiente como para que sus halos exteriores acaben gravitacionalmente enredados.

De producirse, tal choque no debe entenderse como el que tiene lugar entre dos cuerpos sólidos, sino que las galaxias se atravesarían la una a la otra produciendo una devastación total. 
Una vez que esto ocurra las dos galaxias se conectarán, bailarán alrededor, y, finalmente, se fusionarán para convertirse en una gran galaxia elíptica a lo largo de los siguientes miles de millones de años.

Si en vez de un choque de este tipo lo que tiene lugar es una aproximación, ambas galaxias se deformarían y una parte del material de cada una de ellas escaparía o se mezclaría, tanto más, cuanto mayor fuera la aproximación, hasta acabar también fundiéndose los restos en una galaxia elíptica, en la que eventualmente acabarían las demás galaxias del grupo.

El futuro exacto de nuestra Vía Láctea y todo el Grupo Local de galaxias circundantes probablemente seguirá siendo un tema de investigación activa durante muchos años.

Y quién sabe, puede que en el futuro parte de la humanidad solicite una consulta popular para querer independizarse de la Vía Láctea. Tiempo al tiempo.

Mientras tanto: a ponerse las pilas, vialacteños y vialacteñas terrícolas.






***


Jorge Guillén, España
1893–1984

Pálida, nuestra galaxia:
Tantos y tantos luceros
Por su camino de mesta
Parecen y son borregos.
Con sus polvaredas manchan
Noches perdidas muy lejos.

Qué importa a la Creación
Galaxia de más o menos
Si la soledad es tan
Densa como el universo.

Soledades fogueadas,
Ruidillos de recovecos,
En un rincón de fortuna
Seres ya de pensamiento,
Que entre esperanza y temor
Llegan a sentirse eternos.

Ayudadnos, oh deidades,
A urbanizar el modesto,
Modestísimo suburbio
De los hombres.



                                         Y querednos


***


Castillo de Loarre, Huesca -España-  (Un rinconcito de la Vía Láctea)
Autor de la fotografía: David Martín Castán


*



Desde que los matemáticos han invadido mi teoría de la relatividad ni yo mismo la entiendo.
Albert Einstein.




7 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Cómo pasan los días, oiga, ya estamos a 1 de mayo, día del... eso.

Efectivamente, los telescopios son máquinas del tiempo.

Como siempre, una entrada distinta a lo habitual. Me ha llamado la tención la fotografía del castillo de Loarre, que conozco de sobra, no porque haya estado allí, sino porque tengo en el salón de casa un cuadro de ese castillo pintado por Mariano Ruiz "Cantinflas", un pintor reinosano autodidacta que ya murió y que era una especie de institución en Reinosa.

Einstein simpre fue genial.

Juan Nadie dijo...

"tención" se escribe en realidad "atención".

Sirgatopardo dijo...

Estáis cayendo en la trampa. Quieren que miremos al futuro para que olvidemos el pasado.
Joér, parece de EL ROTO...

marian dijo...

Pues no he hecho un "viaje astral" para ver el cuadro de tu salón, eh, Charlie.

marian dijo...

Creo, Gato, que se conforman con que no miremos.

carlos perrotti dijo...

Qué estimulante sería vivir bajo ése cielo en donde las galaxias se entrelazan, se enredan y abrazan ante nuestros ojos. Quién te dice el universo, ya harto de tanta torpeza, estaría enseñándonos un comportamiento más humano.

Es bastante más interesante lo que tengo en mente que lo que puedo por el momento poner en palabras. Muy buen post, Marian.

marian dijo...

Ay, Carlos, no sé si sería estimulante, que estas cosas no resultan ser como en las películas:)
Para un poema, vale, pero para vivirlo... no sé ni si nos daría tiempo para llegar a verlo.
Lo que pasa por la mente es (casi) siempre más interesante que lo que se pone en palabras.
Me alegra que te guste este viaje.