Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable. Hay fanáticos que conservan la sangre fría, pertenecen a esa clase los jueces que sentencian a muerte a los que no han cometido más crimen que el de no pensar como ellos... Las leyes y la religión, en vez de ser para las costumbres humanas un alimento saludable, se convierten en veneno en los cerebros infectados.
Voltaire
Mercedes Sosa -Como la cigarra-
Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui,
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.
Y a la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
María Elena Walsh.
11 comentarios:
El gran Voltaire lo dejó todo dicho sobre la intolerancia. Conviene releerlo.
Lo dicho, tu particular mirada sobre lo que nos pasa como humanidad...
Y ya que redondeaste la entrada con Mercedes, se impone recordar que ella también canta: "Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón..."
(♪El patio de mi casa es particular... cuando llueve se moja como los demás♪)
:)
Una mirada al mundo con la ayuda de Sosa, Voltaire, Vergara, Walsh...
Lo tengo por aquí ese tema de Mercedes.
Pues podías hacernos el favor de poder releerlo p.e. en "La mirada inmóvil", Charlie. Estaría muy bien.
En el "Crepúsculo" hay varios textos satíricos de Voltaire, pero no es mala idea, veremos.
Pero hay quienes no tienen patio...
... ni corazón.
Ni tan siquiera cerebro, al menos incontaminado.
Cerebros programados para asesinar, no dan más de sí.
La programación de esos cerebros es el problema.
Y gordo.
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