martes, 27 de mayo de 2014

FUERZAS EXTRAÑAS





Como somos todos muy correctos, educados y sufridos,  no solemos defendernos ante determinado tipo de personas que nos toca padecer de vez en cuando o cada día. Normalmente utilizamos la táctica de ponerlas verdes cuando se cruzan en nuestro camino y las tenemos que aguantar, pero lo hacemos por detrás. 
Existe una fórmula para contrarrestar la mala energía que pretenden dejarnos esas fuerzas extrañas que reciben el nombre de:     IMBÉCILES.


IMBÉCIL

Adjetivo valorativo o explicativo;
 por ser de una terminación,
 es invariable, es decir,
 mantiene la misma forma para los dos géneros:

 el imbécil,
 la imbécil.


*


Cada día,
por mucho que nos esforcemos en ser felices,
aparecerán en nuestras vidas
unas fuerzas extrañas que tratarán,
voluntaria o involuntariamente de amargarnos la existencia 
y dar al traste con nuestra felicidad.

Son los imbéciles,
 esos individuos que nos crean dificultades suplementarias 
por su propia estupidez,
por ignorancia, 
antipatía 
o a veces por pura maldad. 

Cuando tropiezas o te cruzas  con esos elementos
 seguro que piensas:
 “menudo imbécil”
y notas como si tu alegría interior se esfumara.

Un consejo:
no les concedas la menor importancia.
No los juzgues ni intentes luchar contra ellos.

Símplemente,
detéctalos
y aplica la fórmula de:

“contar imbéciles”.


Piensa:
 vaya,
ya me he encontrado con el primer imbécil del día.
Y en cuanto alguien te intente amargar tu precioso día, 
 te dé una mala contestación, 
 te atienda mal o te haga sentir incómodo,
dite a ti mismo:
 aquí tenemos al imbécil número dos.

Lo de contar imbéciles se puede convertir
 en un deporte apasionante.


 Si lo realizas en condiciones,
 notarás que hasta se apodera de ti  una especie de ansiedad 
por encontrar al siguiente,
 y cuando aparezca,
experimentarás una satisfacción
interna y con una sonrisa en los labios,
te dirás:

¡qué día!,

ya llevo veintisiete,
esto va para el Guinness.

Apunta el número de imbéciles del día
y al final de la jornada
contabiliza si has tenido más o menos que el día anterior

Puedes llevar un registro para saber
qué día de la semana o mes
es más propicio para encontrarte con ellos,
y hasta es posible que puedas ser,
con el tiempo,
capaz de predecir con más
o menos exactitud,
la fecha en que más imbéciles
se cruzarán en tu camino.

En definitiva, no dejes que se cumpla, aunque lo intenten,

esa máxima que dice: 
.
"Hoy hace un día precioso,
verás como aparece algún imbécil y lo jode"

*





*



Opus


Live is Life















jueves, 22 de mayo de 2014

EN EL REINO DE ESPAÑA




La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha expresado este martes en Valladolid su "sensación de esperanza" porque en España "ya se vive de otra manera" y "se ve en las calles" que "hay mucha más alegría que hace unos meses".



Y con nuestra alegría esperamos contagiar a Europa.


(visto el éxito...)

Y
lo
  hicieron...


Candidat@ PPPSOE



políticos en campaña...








Además de los dos "repartidos" de siempre, concursan también a un puesto de "trabajo" en Europa:



Agrupación de Electores 
Agrupación de Electores Recortes Cero 
Alternativa Republicana 
Ciudadanos Libres Unidos
Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía 
Coalición por Europa
Confederación Piratas 
Democracia Nacional 
Escaños en Blanco
Extremeños por Europa 
Extremadura Unida
Falange Española de las J.O.N.S.
Foro de Ciudadanos 
Impulso Social 
Iniciativa Feminista
La España en Marcha 
La Izquierda Plural 
L' Esquerra pel dret a decidir
Los Verdes-Ecopacifistas
Los Pueblos Deciden 
Movimiento Corriente Roja 
Movimiento de Renovación Democrática 
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario
Movimiento Social Republicano
Partido Andalucista 
Partido Animalista contra el Maltrato Animal 
Partido Comunista de los Pueblos de España 
Partido de la Libertad Individual 
Partido Humanista
Partido X, Partido del Futuro 
Primavera Europea
Por la República, Por la Ruptura con la Unión Europea 
Partido da Terra 
Podemos
Proyete Europa/ Proyecto Europa
Salamanca-Zamora-León Prepal 
Solidaridad y Autogestión Internacionalista 
Unión Progreso y Democracia 
Vox




Que usted los vote o los bote bien.








*




LISBOA
FINAL Champions League 24 de mayo 2014
ATLÉTICO DE MADRID - REAL MADRID

En algo (casi, casi, casi) acertó Zp...
Con la Champions League, pero de fútbol.
La del 2014 será española sí o sí.
De colchoneros o de merengues.

(No se admiten apuestas)







lunes, 19 de mayo de 2014

¿FINGES, VIDA?



Al preguntarnos por la posibilidad de conocer la realidad enseguida surge la cuestión de la verdad. Consideramos que un conocimiento solo tiene razón de ser si es verdadero o si, al menos, tiene pretensión de serlo. Pero no admitimos el engaño, la mentira o la falsedad como conocimiento. Sin embargo, nos surge la duda acerca de si podemos alcanzar la verdad.

La definición de verdad es una tarea muy difícil. Solemos entender por verdad la conformidad de las cosas con los conceptos mentales; en este sentido nos estaríamos refiriendo al pensamiento. Pero también lo aplicamos a las proposiciones: la conformidad de lo que se dice con lo que se piensa o siente, y también a los juicios que no se pueden negar racionalmente.

Es importante distinguir además algunos términos que suelen utilizarse como sinónimos para referirse a la verdad:

- Veracidad: es la intención de no engañar. Esto es independiente de que lo que se diga sea verdadero o falso. Por ejemplo, un testigo en un juicio ha de ser veraz y contar lo que sabe, a pesar de que no sepa la verdad del caso.

- Certeza: confianza subjetiva en que algo es verdadero. 

- Autenticidad: que algo sea auténtico quiere decir que "es de verdad", esto es, que es conforme a la realidad. Por ejemplo, decimos que el zumo de naranja es auténtico, porque es natural, no es un sucedáneo químico.

- Sinceridad: ser sincero es ser veraz, pero introduce un matiz de compromiso de la persona.

Todos estos usos y los diversos contextos en que se aplican nos llevan a hablar de diversos ámbitos de la verdad.

-Verdad epistemológica: conformidad entre el conocimiento y la realidad. Lo contrario de la verdad epistemológica es la falsedad.

- Verdad ética: conformidad entre lo que se piensa, se dice, se siente y se hace. Lo contrario de la verdad ética es la mentira. 

- Verdad ontológica: conformidad entre las cosas reales y su apariencia o las ideas que tenemos sobre ellas. Lo contrario de la verdad ontológica es la inautenticidad.


Existen cosas de las que el mundo entero no se puede librar, situaciones en que la humanidad entera se ve envuelta, temas que todos pueden tocar porque todos tienen conocimiento. A través de los siglos el comportamiento humano no ha cambiado mucho en este tipo de actitudes, debido a lo común del tema y que lo viven todos los días en todo momento, se convierte en una de las realidades de la existencia humana. Este comportamiento o tema es el engaño. Cuando decimos algo con pretensión de engañar o sabiendo que es falso, estamos mintiendo. La mentira mina las bases de la convivencia, anula la confianza.



Cómo evoluciona en cada individuo el fingir con el fin de agradar, de engañar para lograr lo pretendido, hasta dónde llega un engaño. Desde cuándo se empieza a engañar, cómo se hace, las mentiras piadosas y las que son inevitablemente condenatorias, cómo el ser humano se engaña a sí mismo y hasta al ser más querido, y cómo al ser el más instintivo de los comportamientos humanos afecta a todos los ámbitos de la vida en sociedad.

De donde surge un engaño y hasta dónde va el engaño, un tema importante, cautivante y siniestro, genios de la literatura a través del tiempo han tocado temas como este.








Gente sola - Compositor: Pedro Guerra
Hay gente en la cola de todos los cines / gente que llora, gente que ríe / gente que sube, que baja de un coche / gente en el rastro y en los ascensores / gente en la guagua, en el metro, en la lluvia,  en un árbol / gente en la cuesta, desnuda, vestida, cantando / gente con sombra, con dudas / gente que añora y que ayuda / gente que vive a la moda, que viene y que va /  pero que sola está / Hay gente que sueña que abraza a otra gente  / gente que reza y luego no entiende / gente durmiendo en el borde del río / gente en los parques, gente en los libros / gente esperando en los bancos de todas las plazas / gente que muere en el borde de cada palabra / gente que cuenta las horas / gente que siente que sobra / gente que busca a otra gente en la misma ciudad / pero que sola está / Gente en el ruido y el humo de todos los bares / gente que en su corazón multiplica los panes / gente con ramos de flores  / gente borracha de amores / gente que cava su fosa,  que no puede más / pero que sola está. 



*



Nietzsche: Sobre verdad y mentira en sentido extramoral.

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, solo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. No es sino humano, y solamente su poseedor y creador lo toma tan patéticamente como si en él girasen los goznes del mundo. Pero, si pudiéramos comunicarnos con la mosca, llegaríamos a saber que también ella navega por el aire poseída de ese mismo pathos, y se siente el centro volante de este mundo. Nada hay en la naturaleza, por despreciable e insignificante que sea, que, al más pequeño soplo de aquel poder del conocimiento, no se infle inmediatamente como un odre; y del mismo modo que cualquier mozo de cuerda quiere tener su admirador, el más soberbio de los hombres, el filósofo, está completamente convencido de que, desde todas partes, los ojos del universo tienen telescópicamente puesta su mirada en sus obras y pensamientos.

Es digno de nota que sea el intelecto quien así obre, él que, sin embargo, solo ha sido añadido precisamente como un recurso de los seres más infelices, delicados y efímeros, para conservarlos un minuto en la existencia, de la cual, por el contrario, sin ese aditamento tendrían toda clase de motivos para huir tan rápidamente como el hijo de Lessing. Ese orgullo, ligado al conocimiento y a la sensación, niebla cegadora colocada sobre los ojos y los sentidos de los hombres, los hace engañarse sobre el valor de la existencia, puesto que aquel proporciona la más aduladora valoración sobre el conocimiento mismo. Su efecto más general es el engaño -pero también los efectos más particulares llevan consigo algo del mismo carácter-.

El intelecto, como medio de conservación del individuo, desarrolla sus fuerzas principales fingiendo, puesto que este es el medio, merced al cual sobreviven los individuos débiles y poco robustos, como aquellos a quienes les ha sido negado servirse, en la lucha por la existencia, de cuernos, o de la afilada dentadura del animal de rapiña. En los hombres alcanza su punto culminante este arte de fingir; aquí el engaño, la adulación, la mentira y el fraude, la murmuración, la farsa, el vivir del brillo ajeno, el enmascaramiento, el convencionalismo encubridor, la escenificación ante los demás y ante uno mismo, en una palabra, el revoloteo incesante alrededor de la llama de la vanidad es hasta tal punto regla y ley, que apenas hay nada tan inconcebible como el hecho de que haya podido surgir entre los hombres una inclinación sincera y pura hacia la verdad.

Se encuentran profundamente sumergidos en ilusiones y ensueños; su mirada se limita a deslizarse sobre la superficie de las cosas y percibe “formas”, su sensación no conduce en ningún caso a la verdad, sino que se contenta con recibir estímulos, como si jugase a tantear el dorso de las cosas. Además, durante toda una vida, el hombre se deja engañar por la noche en el sueño, sin que su sentido moral haya tratado nunca de impedirlo, mientras que parece que ha habido hombres que, a fuerza de voluntad, han conseguido eliminar los ronquidos. En realidad, ¿qué sabe el hombre de sí mismo? ¿Sería capaz de percibirse a sí mismo, aunque solo fuese por una vez, como si estuviese tendido en una vitrina iluminada? ¿Acaso no le oculta la naturaleza la mayor parte de las cosas, incluso su propio cuerpo, de modo que, al margen de las circunvoluciones de sus intestinos, del rápido flujo de su circulación sanguínea, de las complejas vibraciones de sus fibras, quede desterrado y enredado en una conciencia soberbia e ilusa? Ella ha tirado la llave, y ¡ay de la funesta curiosidad que pudiese mirar fuera a través de una hendidura del cuarto de la conciencia y vislumbrase entonces que el hombre descansa sobre la crueldad, la codicia, la insaciabilidad, el asesinato, en la indiferencia de su ignorancia y, por así decirlo, pendiente en sus sueños del lomo de un tigre! ¿De dónde procede en el mundo entero, en esta constelación, el impulso hacia la verdad?

Quino
En un estado natural de las cosas, el individuo, en la medida en que se quiere mantener frente a los demás individuos, utiliza el intelecto y la mayor parte de las veces solamente para fingir, pero, puesto que el hombre, tanto por la necesidad como por hastío, desea existir en sociedad y gregariamente, precisa de un tratado de paz y, de acuerdo con este, procura que, al menos, desaparezca de su mundo el más grande bellum omnium contra omnes (con estas palabras, Thomas Hobbes, proclamó que la "naturaleza humana" era una "lucha de todos contra todos", una lucha en la que todos somos lobos de nosotros mismos -homo hominis lupus-) Este tratado de paz conlleva algo que promete ser el primer paso para la consecución de ese misterioso impulso hacia la verdad. En este mismo momento se fija lo que a partir de entonces ha de ser “verdad”, es decir, se ha inventado una designación de las cosas uniformemente válida y obligatoria, y el poder legislativo del lenguaje proporciona también las primeras leyes de verdad, pues aquí se origina por primera vez el contraste entre verdad y mentira.

El mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer aparecer lo irreal como real; dice, por ejemplo, “soy rico” cuando la designación correcta para su estado sería justamente “pobre”. Abusa de las convenciones consolidadas haciendo cambios discrecionales, cuando no invirtiendo los nombres. Si hace esto de manera interesada y que además ocasione perjuicios, la sociedad no confiará ya más en él y, por este motivo, lo expulsará de su seno. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más que desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades?

Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una “verdad” en el grado que se acaba de señalar. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología (La Tautología es una Figura Retórica que consiste en utilizar palabras innecesarias que no añaden nada nuevo a la idea que se quiere transmitir), es decir, con conchas vacías, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jamás se llega a la verdad ni a una expresión adecuada pues, en caso contrario, no habría tantos lenguajes. La “cosa en sí” (esto sería justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. Éste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metáforas más audaces. ¡En primer lugar, un impulso nervioso extrapolado en una imagen! Primera metáfora. ¡La imagen transformada de nuevo en un sonido! Segunda metáfora. Y, en cada caso, un salto total desde una esfera a otra completamente distinta.

Se podría pensar en un hombre que fuese completamente sordo y jamás hubiera tenido ninguna sensación sonora ni musical; del mismo modo que un hombre de estas características se queda atónito ante las figuras acústicas de Chladni en la arena, descubre su causa en las vibraciones de la cuerda y jurará entonces que, en adelante, no se puede ignorar lo que los hombres llaman “sonido”, así nos sucede a todos nosotros con el lenguaje. Creemos saber algo de las cosas mismas cuando hablamos de árboles, colores, nieve y flores y no poseemos, sin embargo, más que metáforas de las cosas que no corresponden en absoluto a las esencias primitivas. Del mismo modo que el sonido configurado en la arena, la enigmática X de la cosa en sí se presenta en principio como impulso nervioso, después como figura, finalmente como sonido. Por tanto, en cualquier caso, el origen del lenguaje no sigue un proceso lógico, y todo el material sobre el que, y a partir del cual, trabaja y construye el hombre de la verdad, el investigador, el filósofo, procede, si no de las nubes, en ningún caso de la esencia de las cosas.

Quino
Pero pensemos especialmente en la formación de los conceptos. Toda palabra se convierte de manera inmediata en concepto en tanto que justamente no ha de servir para la experiencia singular y completamente individualizada a la que debe su origen, por ejemplo, como recuerdo, sino que debe encajar al mismo tiempo con innumerables experiencias, por así decirlo, más o menos similares, jamás idénticas estrictamente hablando; en suma, con casos puramente diferentes. Todo concepto se forma por equiparación de casos no iguales. Del mismo modo que es cierto que una hoja no es igual a otra, también es cierto que el concepto hoja se ha formado al abandonar de manera arbitraria esas diferencias individuales, al olvidar las notas distintivas, con lo cual se suscita entonces la representación, como si en la naturaleza hubiese algo separado de las hojas que fuese la “hoja”, una especie de arquetipo primigenio a partir del cual todas las hojas habrían sido tejidas, diseñadas, calibradas, coloreadas, onduladas, pintadas, pero por manos tan torpes, que ningún ejemplar resultase ser correcto y fidedigno como copia fiel del arquetipo qualitas occulta con el nombre de “honestidad”.


Decimos que un hombre es “honesto”. ¿Por qué ha obrado hoy tan honestamente?, preguntamos. Nuestra respuesta suele ser así: a causa de su honestidad. ¡La honestidad! Esto significa a su vez: la hoja es la causa de las hojas. Ciertamente no sabemos nada en absoluto de una cualidad esencial, denominada “honestidad”, pero sí de una serie numerosa de acciones individuales, por lo tanto desemejantes, que igualamos olvidando las desemejanzas, y, entonces, las denominamos acciones honestas; al final formulamos a partir de ellas una

La omisión de lo individual y de lo real nos proporciona el concepto del mismo modo que también nos proporciona la forma, mientras que la naturaleza no conoce formas ni conceptos, así como tampoco ningún tipo de géneros, sino solamente una X que es para nosotros inaccesible e indefinible. También la oposición que hacemos entre individuo y especie es antropomórfica y no procede de la esencia de las cosas, aun cuando tampoco nos aventuramos a decir que no le corresponde: en efecto, sería una afirmación dogmática y, en cuanto tal, tan demostrable como su contraria.

¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.

No sabemos todavía de dónde procede el impulso hacia la verdad, pues hasta ahora solamente hemos prestado atención al compromiso que la sociedad establece para existir: ser veraz, es decir, utilizar las metáforas usuales; por tanto, solamente hemos prestado atención, dicho en términos morales, al compromiso de mentir de acuerdo con una convención firme, mentir borreguilmente, de acuerdo con un estilo vinculante para todos. Ciertamente, el hombre se olvida de que su situación es esta; por tanto, miente de la manera señalada inconscientemente y en virtud de hábitos seculares -y precisamente en virtud de esta inconsciencia, precisamente en virtud de este olvido, adquiere el sentimiento de la verdad-. A partir del sentimiento de estar comprometido a designar una cosa como “roja”, otra como “fría” y una tercera como “muda”, se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso, en quien nadie confía y a quien todo el mundo excluye, el hombre se demuestra a sí mismo lo honesto, lo fiable y lo provechoso de la verdad. En ese instante, el hombre pone sus actos como ser racional bajo el dominio de las abstracciones; ya no tolera más el ser arrastrado por las impresiones repentinas, por las intuiciones; generaliza en primer lugar todas esas impresiones en conceptos más descoloridos, más fríos, para uncirlos al carro de su vida y de su acción. Todo lo que eleva al hombre por encima del animal depende de esa capacidad de volatilizar las metáforas intuitivas en un esquema; en suma, de la capacidad de disolver una figura en un concepto. En el ámbito de esos esquemas es posible algo que jamás podría conseguirse bajo las primitivas impresiones intuitivas: construir un orden piramidal por castas y grados; instituir un mundo nuevo de leyes, privilegios, subordinaciones y delimitaciones, que ahora se contrapone al otro mundo de las primitivas impresiones intuitivas como lo más firme, lo más general, lo mejor conocido y lo más humano y, por tanto, como una instancia reguladora e imperativa. Mientras que toda metáfora intuitiva es individual y no tiene otra idéntica y, por tanto, sabe siempre ponerse a salvo de toda clasificación, el gran edificio de los conceptos ostenta la rígida regularidad de un columbarium (palomar) romano  e insufla en la lógica el rigor y la frialdad peculiares de la matemática. Aquel a quien envuelve el hálito de esa frialdad, se resiste a creer que también el concepto, óseo y octogonal como un dado y, como tal, versátil, no sea más que el residuo de una metáfora, y que la ilusión de la extrapolación artística de un impulso nervioso en imágenes es, si no la madre, sí sin embargo la abuela de cualquier concepto.

Ahora bien, dentro de ese juego de dados de los conceptos se denomina “verdad” al uso de cada dado según su designación; contar exactamente sus puntos, formar las clasificaciones correctas y no violar en ningún caso el orden de las castas ni la sucesión jerárquica. Así como los romanos y los etruscos dividían el cielo mediante rígidas líneas matemáticas y conjuraban en ese espacio así delimitado, como en un templum, a un dios, cada pueblo tiene sobre él un cielo conceptual semejante matemáticamente repartido y en esas circunstancias entiende por mor de la verdad, que todo dios conceptual ha de buscarse solamente en su propia esfera. Cabe admirar en este caso al hombre como poderoso genio constructor, que acierta a levantar sobre cimientos inestables y, por así decirlo, sobre agua en movimiento una catedral de conceptos infinitamente compleja: ciertamente, para encontrar apoyo en tales cimientos debe tratarse de un edificio hecho como de telarañas, suficientemente liviano para ser transportado por las olas, suficientemente firme para no desintegrarse ante cualquier soplo de viento.

Como genio de la arquitectura el hombre se eleva muy por encima de la abeja: esta construye con la cera que recoge de la naturaleza; aquel, con la materia bastante más delicada de los conceptos que, desde el principio, tiene que fabricar por sí mismo. Aquí él es acreedor de admiración profunda -pero no ciertamente por su inclinación a la verdad, al conocimiento puro de las cosas-. Si alguien esconde una cosa detrás de un matorral, a continuación la busca en ese mismo sitio y, además, la encuentra, no hay mucho de qué vanagloriarse en esa búsqueda y ese descubrimiento; sin embargo, esto es lo que sucede con la búsqueda y descubrimiento de la “verdad” dentro del recinto de la razón. Si doy la definición de mamífero y a continuación, después de haber examinado un camello, declaro: “he aquí un mamífero”, no cabe duda de que con ello se ha traído a la luz una nueva verdad, pero es de valor limitado; quiero decir; es antropomórfica de cabo a rabo y no contiene un solo punto que sea “verdadero en sí”, real y universal, prescindiendo de los hombres. El que busca tales verdades en el fondo solamente busca la metamorfosis del mundo en los hombres; aspira a una comprensión del mundo en tanto que cosa humanizada y consigue, en el mejor de los casos, el sentimiento de una asimilación. Del mismo modo que el astrólogo considera a las estrellas al servicio de los hombres y en conexión con su felicidad y con su desgracia, así también un investigador tal considera que el mundo en su totalidad está ligado a los hombres; como el eco infinitamente repetido de un sonido original, el hombre; como la imagen multiplicada de un arquetipo, el hombre. Su procedimiento consiste en tomar al hombre como medida de todas las cosas; pero entonces parte del error de creer que tiene estas cosas ante sí de manera inmediata, como objetos puros. Por tanto, olvida que las metáforas intuitivas originales no son más que metáforas y las toma por las cosas mismas.

Solo mediante el olvido de este mundo primitivo de metáforas, solo mediante el endurecimiento y petrificación de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imágenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasía humana, solo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en sí, en resumen: gracias solamente al hecho de que el hombre se olvida de sí mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artísticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque solo fuese un instante, fuera de los muros de esa creencia que lo tiene prisionero, se terminaría en el acto su “conciencia de sí mismo”. Le cuesta trabajo reconocer ante sí mismo que el insecto o el pájaro perciben otro mundo completamente diferente al del hombre y que la cuestión de cuál de las dos percepciones del mundo es la correcta carece totalmente de sentido, ya que para decidir sobre ello tendríamos que medir con la medida de la percepción correcta, es decir, con una medida de la que no se dispone. Pero, por lo demás, la “percepción correcta” -es decir, la expresión adecuada de un objeto en el sujeto- me parece un absurdo lleno de contradicciones, puesto que entre dos esferas absolutamente distintas, como lo son el sujeto y el objeto, no hay ninguna causalidad, ninguna exactitud, ninguna expresión, sino, a lo sumo, una conducta estética, quiero decir: un extrapolar alusivo, un traducir balbuciente a un lenguaje completamente extraño, para lo que, en todo caso, se necesita una esfera intermedia y una fuerza mediadora, libres ambas para poetizar e inventar. Un pintor que careciese de manos y quisiera expresar por medio del canto el cuadro que ha concebido, revelará siempre, en ese paso de una esfera a otra, mucho más sobre la esencia de las cosas que en el mundo empírico. La misma relación de un impulso nervioso con la imagen producida no es, en sí, necesaria; pero cuando la misma imagen se ha producido millones de veces y se ha transmitido hereditariamente a través de muchas generaciones de hombres, apareciendo finalmente en toda la humanidad como consecuencia cada vez del mismo motivo, acaba por llegar a tener para el hombre el mismo significado que si fuese la única imagen necesaria, como si la relación del impulso nervioso original con la imagen producida fuese una relación de causalidad estricta; del mismo modo que un sueño eternamente repetido sería percibido y juzgado como algo absolutamente real. Pero el endurecimiento y la petrificación de una metáfora no garantizan para nada en absoluto la necesidad y la legitimación exclusiva de esta metáfora.

Quino
Sin duda, todo hombre que esté familiarizado con tales consideraciones ha sentido una profunda desconfianza hacia todo idealismo de este tipo, cada vez que se ha convencido con la claridad necesaria de la consecuencia, ubicuidad e infalibilidad de las leyes de la naturaleza; y ha sacado esta conclusión: aquí, cuanto alcanzamos en las alturas del mundo telescópico y en los abismos del mundo microscópico, todo es tan seguro, tan elaborado, tan infinito, tan regular, tan exento de lagunas; la ciencia cavará eternamente con éxito en estos pozos, y todo lo que encuentre habrá de concordar entre sí y no se contradirá. Qué poco se asemeja esto a un producto de la imaginación; si lo fuese, tendría que quedar al descubierto en alguna parte de la apariencia y la irrealidad. Al contrario, cabe decir por lo pronto que, si cada uno de nosotros tuviese una percepción sensorial diferente, podríamos percibir unas veces como pájaros, otras como gusanos, otras como plantas, o si alguno de nosotros viese el mismo estímulo como rojo, otro como azul e incluso un tercero lo percibiese como un sonido, entonces nadie hablaría de tal regularidad de la naturaleza, sino que solamente se la concebiría como una creación altamente subjetiva. Entonces, ¿qué es, en suma, para nosotros una ley de la naturaleza? No nos es conocida en sí, sino solamente por sus efectos, es decir, en sus relaciones con otras leyes de la naturaleza que, a su vez, sólo nos son conocidas como sumas de relaciones. Por consiguiente, todas esas relaciones no hacen más que remitir continuamente unas a otras y nos resultan completamente incomprensibles en su esencia; en realidad sólo conocemos de ellas lo que nosotros aportamos: el tiempo, el espacio, por tanto las relaciones de sucesión y los números. Pero todo lo maravilloso, lo que precisamente nos asombra de las leyes de la naturaleza, lo que reclama nuestra explicación y lo que podría introducir en nosotros la desconfianza respecto al idealismo, reside única y exclusivamente en el rigor matemático y en la inviolabilidad de las representaciones del espacio y del tiempo. Sin embargo, esas nociones las producimos en nosotros y a partir de nosotros con la misma necesidad que la araña teje su tela; si estamos obligados a concebir todas las cosas solamente bajo esas formas, entonces no es ninguna maravilla el que, a decir verdad, solo captemos en todas las cosas precisamente esas formas, puesto que todas ellas deben llevar consigo las leyes del número, y el número es precisamente lo más asombroso de las cosas. Toda la regularidad de las órbitas de los astros y de los procesos químicos, regularidad que tanto respeto nos infunde, coincide en el fondo con aquellas propiedades que nosotros introducimos en las cosas, de modo que, con esto, nos infundimos respeto a nosotros mismos. En efecto, de aquí resulta que esta producción artística de metáforas con la que comienza en nosotros toda percepción, supone ya esas formas y, por tanto, se realizará en ellas; solo por la sólida persistencia de esas formas primigenias resulta posible explicar el que más tarde haya podido construirse sobre las metáforas mismas el edificio de los conceptos. Este edificio es, efectivamente, una imitación, sobre la base de las metáforas, de las relaciones de espacio, tiempo y número.

Como hemos visto, en la construcción de los conceptos trabaja originariamente el lenguaje; más tarde la ciencia. Así como la abeja construye las celdas y, simultáneamente, las rellena de miel, del mismo modo la ciencia trabaja inconteniblemente en ese gran columbarium de los conceptos, necrópolis de las intuiciones; construye sin cesar nuevas y más elevadas plantas, apuntala, limpia y renueva las celdas viejas y, sobre todo, se esfuerza en llenar ese colosal andamiaje que desmesuradamente ha apilado y en ordenar dentro de él todo el mundo empírico, es decir, el mundo antropomórfico. Si ya el hombre de acción ata su vida a la razón y a los conceptos para no verse arrastrado y no perderse a sí mismo, el investigador construye su choza junto a la torre de la ciencia para que pueda servirle de ayuda y encontrar él mismo protección bajo ese baluarte ya existente. De hecho necesita protección, puesto que existen fuerzas terribles que constantemente le amenazan y que oponen a la verdad científica “verdades” de un tipo completamente diferente con las más diversas etiquetas.

Ese impulso hacia la construcción de metáforas, ese impulso fundamental del hombre del que no se puede prescindir ni un solo instante, pues si así se hiciese se prescindiría del hombre mismo, no queda en verdad sujeto y apenas si domado por el hecho de que con sus evanescentes productos, los conceptos, resulta construido un nuevo mundo regular y rígido que le sirve de fortaleza. Busca un nuevo campo para su actividad y otro cauce y lo encuentra en el mito y, sobre todo, en el arte. Confunde sin cesar las rúbricas y las celdas de los conceptos introduciendo de esta manera nuevas extrapolaciones, metáforas y metonimias; continuamente muestra el afán de configurar el mundo existente del hombre despierto, haciéndolo tan abigarradamente irregular, tan inconsecuente, tan inconexo, tan encantador y eternamente nuevo, como lo es el mundo de los sueños. En sí, ciertamente, el hombre despierto solamente adquiere conciencia de que está despierto por medio del rígido y regular tejido de los conceptos y, justamente por eso, cuando en alguna ocasión un tejido de conceptos es desgarrado de repente por el arte llega a creer que sueña. Tenía razón Pascal cuando afirmaba que, si todas las noches nos sobreviniese el mismo sueño, nos ocuparíamos tanto de él como de las cosas que vemos cada día: “Si un artesano estuviese seguro de que sueña cada noche, durante doce horas completas, que es rey, creo -dice Pascal- que sería tan dichoso como un rey que soñase todas las noches durante doce horas que es artesano”. La diurna vigilia de un pueblo míticamente excitado, como el de los antiguos griegos, es, de hecho, merced al milagro que se opera de continuo, tal y como el mito supone, más parecida al sueño que a la vigilia del pensador científicamente desilusionado. Si cada árbol puede hablar como una ninfa, o si un dios, bajo la apariencia de un toro, puede raptar doncellas, si de pronto la misma diosa Atenea puede ser vista en compañía de Pisístrato recorriendo las plazas de Atenas en un hermoso tiro -y esto el honrado ateniense lo creía-, entonces, en cada momento, como en sueños, todo es posible y la naturaleza entera revolotea alrededor del hombre como si solamente se tratase de una mascarada de los dioses, para quienes no constituiría más que una broma el engañar a los hombres bajo todas las figuras.

Pero el hombre mismo tiene una invencible inclinación a dejarse engañar y está como hechizado por la felicidad cuando el rapsoda le narra cuentos épicos como si fuesen verdades, o cuando en una obra de teatro el cómico, haciendo el papel de rey, actúa más regiamente que un rey en la realidad. El intelecto, ese maestro del fingir, se encuentra libre y relevado de su esclavitud habitual tanto tiempo como puede engañar sin causar daño, y en esos momentos celebra sus Saturnales. Jamás es tan exuberante, tan rico, tan soberbio, tan ágil y tan audaz: poseído de placer creador, arroja las metáforas sin orden alguno y remueve los mojones de las abstracciones de tal manera que, por ejemplo, designa el río como el camino en movimiento que lleva al hombre allí donde habitualmente va. Ahora ha arrojado de sí el signo de la servidumbre; mientras que antes se esforzaba con triste solicitud en mostrar el camino y las herramientas a un pobre individuo que ansía la existencia y se lanza, como un siervo, en buscar de presa y botín para su señor, ahora se ha convertido en señor y puede borrar de su semblante la expresión de indigencia. Todo lo que él hace ahora conlleva, en comparación con sus acciones anteriores, el fingimiento, lo mismo que las anteriores conllevaban la distorsión. Copia la vida del hombre, pero la toma como una cosa buena y parece darse por satisfecho con ella. Ese enorme entramado y andamiaje de los conceptos al que de por vida se aferra el hombre indigente para salvarse, es solamente un armazón para el intelecto liberado y un juguete para sus más audaces obras de arte y, cuando lo destruye, lo mezcla desordenadamente y lo vuelve a juntar irónicamente, uniendo lo más diverso y separando lo más afín, pone de manifiesto que no necesita de aquellos recursos de la indigencia y que ahora no se guía por conceptos, sino por intuiciones. No existe ningún camino regular que conduzca desde esas intuiciones a la región de los esquemas espectrales, las abstracciones; la palabra no está hecha para ellas, el hombre enmudece al verlas o habla en metáforas rigurosamente prohibidas o mediante concatenaciones conceptuales jamás oídas, para corresponder de un modo creador, aunque solo sea mediante la destrucción y el escarnio de los antiguos límites conceptuales, a la impresión de la poderosa intuición actual.

Hay períodos en los que el hombre racional y el hombre intuitivo caminan juntos; el uno angustiado ante la intuición, el otro mofándose de la abstracción; es tan irracional el último como poco artístico el primero. Ambos ansían dominar la vida: este sabiendo afrontar las necesidades más imperiosas mediante previsión, prudencia y regularidad; aquel sin ver, como “héroe desbordante de alegría”, esas necesidades y tomando como real solamente la vida disfrazada de apariencia y belleza. Allí donde el hombre intuitivo, como en la Grecia antigua, maneja sus armas de manera más potente y victoriosa que su adversario, puede, si las circunstancias son favorables, configurar una cultura y establecer el dominio del arte sobre la vida; ese fingir, ese rechazo de la indigencia, ese brillo de las intuiciones metafóricas y, en suma, esa inmediatez del engaño acompañan todas las manifestaciones de una vida de esa especie. Ni la casa, ni el paso, ni la indumentaria, ni la tinaja de barro descubren que ha sido la necesidad la que los ha concebido: parece como si en todos ellos hubiera de expresarse una felicidad sublime y una serenidad olímpica y, en cierto modo, un juego con la seriedad. Mientras que el hombre guiado por conceptos y abstracciones solamente conjura la desgracia mediante ellas, sin extraer de las abstracciones mismas algún tipo de felicidad; mientras que aspira a liberarse de los dolores lo más posible, el hombre intuitivo, aposentado en medio de una cultura, consigue ya, gracias a sus intuiciones, además de conjurar los males, un flujo constante de claridad, animación y liberación. Es cierto que sufre con más vehemencia cuando sufre; incluso sufre más a menudo porque no sabe aprender de la experiencia y tropieza una y otra vez en la misma piedra en la que ya ha tropezado anteriormente. Es tan irracional en el sufrimiento como en la felicidad, se desgañita y no encuentra consuelo.
¡Cuán distintamente se comporta el hombre estoico ante las mismas desgracias, instruido por la experiencia y autocontrolado a través de los conceptos! Él, que solo busca habitualmente sinceridad, verdad, emanciparse de los engaños y protegerse de las incursiones seductoras, representa ahora, en la desgracia, como aquel, en la felicidad, la obra maestra del fingimiento; no presenta un rostro humano, palpitante y expresivo, sino una especie de máscara de facciones dignas y proporcionadas; no grita y ni siquiera altera su voz; cuando todo un nublado descarga sobre él, se envuelve en su manto y se marcha caminando lentamente bajo la tormenta.





Sin música la vida sería un error

Nietzsche











DE PASO
Autor: Luis Eduardo Aute
Letra original (en negrita lo cambiado en una versión posterior)

Decir espera es un crimen,
decir mañana es igual que matar,
ayer de nada nos sirve,
las cicatrices (no curan el mal) no ayudan a andar.

Solo morir permanece
como la más inmutable razón,
vivir es un (clavo ardiente) accidente,
un ejercicio de gozo y dolor.

Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso...

Quien pone reglas al juego
se engaña si dice que es jugador,
lo que le mueve es el miedo
de que se sepa que nunca jugó.

La ciencia es una estrategia,
es una forma de atar la verdad
que es algo más que materia,
pues el misterio se oculta detrás.

Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso...

Hay demasiados profetas,
profesionales de la libertad,
que hacen del aire, bandera,
pretexto inútil para respirar.

En una noche infinita
que va meciendo a este gran ataúd
donde olvidamos que el día
solo es un punto, un punto de luz.

Que no, que no, que el pensamiento
no puede tomar asiento,
que el pensamiento es estar
siempre de paso, de paso...







domingo, 11 de mayo de 2014

REALISMO MÁGICO



VEGETACIONES

A las tierras sin nombres y sin números
bajaba el viento desde otros dominios,
traía la lluvia hilos celestes,
y el dios de los altares impregnados
devolvía las flores y las vidas.

En la fertilidad crecía el tiempo.

El jacarandá elevaba espuma
hecha de resplandores transmarinos,
la araucaria de lanzas erizadas
era la magnitud contra la nieve,
el primordial árbol caoba
desde su copa destilaba sangre,
y al Sur de los alerces,
el árbol trueno, el árbol rojo,
el árbol de la espina, el árbol madre,
el ceibo bermellón, el árbol caucho,
eran volumen terrenal, sonido,
eran territoriales existencias.

Un nuevo aroma propagado
llenaba, por los intersticios
de la tierra, las respiraciones
convertidas en humo y fragancia:
el tabaco silvestre alzaba
su rosal de aire imaginario.
Como una lanza terminada en fuego
apareció el maíz, y su estatura
se desgranó y nació de nuevo,
diseminó su harina, tuvo
muertos bajo sus raíces,
y luego, en su cuna, miró
crecer los dioses vegetales.
Arruga y extensión, diseminaba
la semilla del viento
sobre las plumas de la cordillera,
espesa luz de germen y pezones,
aurora ciega amamantada
por los ungüentos terrenales
de la implacable latitud lluviosa,
de las cerradas noches manantiales,
de las cisternas matutinas.
Y aun en las llanuras
como láminas del planeta ,
bajo un fresco pueblo de estrellas,
rey de la hierba, el ombú detenía
el aire libre, el vuelo rumoroso
y montaba la pampa sujetándola
con su ramal de riendas y raíces.

América arboleda,
zarza salvaje entre los mares,
de polo a polo balanceabas,
tesoro verde, tu espesura.

Germinaba la noche
en ciudades de cáscaras sagradas,
en sonoras maderas,
extensas hojas que cubrían
la piedra germinal, los nacimientos.
Útero verde, americana
sabana seminal, bodega espesa,
una rama nació como una isla,
una hoja fue forma de la espada,
una flor fue relámpago y medusa,
un racimo redondeó su resumen,
una raíz descendió a las tinieblas. 

PABLO NERUDA

*




philip glass: metamorphosis 2 
pianista: Branka Parlic




Un paseo por un planeta llamado Tierra



Burbujas congeladas
Lago Abraham (Abrahan Lake) Alberta (Canadá)
Se trata de un lago artificial en el río Saskatchewan. El lago (53,7 km2) fue creado en 1972 al construirse la presa de Bighorn. Las plantas en el lecho del lago desprenden gas metano que se congela mientras se va acercando a la superficie. 




Bosque Torcido de Polonia
El bosque torcido se encuentra en las afueras de Nowe Czarnowo, en el oeste de Polonia. Su origen es un misterio, se estima que existen cerca de 400 pinos y que se plantaron alrededor de 1930. El destino de estos árboles sigue siendo una especulación. Podrían haber sido destinados a la fabricación de muebles de madera curva, cascos de embarcaciones o yugos de arados tirados por bueyes.




Bryce Canyon
El parque nacional del Cañón Bryce (Bryce Canyon National Park) es un parque nacional de los Estados Unidos localizado en el sudoeste del estado de Utah. A pesar de su nombre, el cañón Bryce no es propiamente un cañón sino una gran anfiteatro natural formado por la erosión. Bryce destaca por sus estructuras geológicas únicas, llamadas chimenea de hadas "hoohdoos", que se formaron por la erosión causada por el viento, agua y hielo.




Calzada del Gigante
O de los Gigantes  (The Giant's Causeway) en el  Condado de Antrim (Irlanda del Norte)
Hace unos 50 a 60 millones de años, la intensa actividad volcánica formó una meseta de lava en esta región. Con el tiempo, la lava se enfrió y las fracturas crearon unas columnas tan perfectas que parecen artificiales.




 Caño cristales (Río de los cinco colores)
Ubicado dentro del Parque Natural y Nacional de La Macarena (Colombia). Denominado de los cinco colores (amarillo, azul, rojo,verde y negro) porque sus piedras están cubiertas de musgo y algas. El rojo corresponde a las macarenias clavígeras, una planta endémica que se adhiere con fuerza a las rocas donde el río fluye con más intensidad.
La importancia biológica a nivel mundial de la sierra de La Macarena se debe a que participa de tres ecosistemas ricos en diversidad de flora y fauna: cordillera de los Andes, Llanos Orientales y selva Amazónica.
La Serranía de La Macarena es más antigua que la Cordillera  de los Andes. 




Cañón de hielo
Groenlandia. El agua del deshielo ha conseguido abrir un cañón de 45 metros de profundidad.




Cañón del Antílope 
(Antelope Canyon) Page, Arizona (EEUU)
El tiempo ha ido erosionando la roca más blanda. El fenómeno se llama epigénesis y consiste, básicamente, en la erosión de la roca por el agua. Las lluvias torrenciales pueden provocar inundaciones instantáneas en cuestión de minutos.



Cataratas Bigar
En Rumanía. La formación de musgo sobre la que se desliza el agua tiene 8 metros de altura, creando una de las cataratas más hermosas del mundo.





Isla de Mauricio - Océano Índico-
En el extremo suroeste de la isla de Mauricio (República de Mauricio) las corrientes marinas han dibujado con arena y limo sobre el fondo del mar líneas que, observadas desde el aire, crean el efecto óptico de unas enormes cataratas submarinas. 
Esta ilusión óptica desaparece, como es normal, cuando cambia el punto de vista del observador.

Pero sí existen las cataratas submarinas.
Los vientos, junto con las diferencias de temperatura y salinidad, originan las llamadas corrientes oceánicas superficiales y profundas. Las que nacen en los polos transportan agua fría a las regiones cálidas y viceversa, lo cual tiene una gran influencia en el clima terrestre.
Uno de los motores que alimentan estas corrientes planetarias es una gigantesca catarata submarina en el océano Atlántico Norte, frente a las costas de Groenlandia. En un área de 10.000 km2, las aguas de la corriente del Golfo que han ido enfriándose y aumentando su salinidad -y, por tanto, su densidad- se precipitan literalmente hasta los 2 kilómetros de profundidad. Estos sumideros marinos arrastran varios millones de metros cúbicos de agua por segundo, que relegan a las cataratas terrestres, como las del Iguazú, a meros riachuelos. En el hemisferio Sur ocurre algo similar. En el mar de Weddell, el agua superficial se hiela, pero solo en parte, ya que la sal no lo hace. Esta sal suplementaria provoca que el agua se torne densa y pesada, hasta que se precipita en cascada hacia el fondo.




Cañón del Colorado
El Gran Cañón (Grand Canyon), también conocido como el Gran Cañón del Colorado o simplemente Cañón del Colorado, es una vistosa y escarpada garganta excavada por el río Colorado en el norte de Arizona, Estados Unidos.




Cataratas del Iguazú

Las cataratas del Iguazú (en portugués: cataratas do Iguaçu) se localizan sobre el río Iguazú, en el límite entre la provincia argentina de Misiones y el estado brasileño de Paraná. Están formadas por 275 saltos, el 80% de ellos se ubican del lado argentino. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: La garganta del Diablo. Por este salto pasa la frontera entre ambos países.

"La Misión" Compositor: Ennio Morricone 
https://www.youtube.com/watch?v=3dLxy4jn_vI




"Centinelas del Ártico"
Fotografía de 
Niccolò Bonfadini 
Finlandia.
Árboles gigantes cubiertos de nieve y hielo.




Cavernas Glowworm
Waitomo, Nueva Zelanda
Miles de pequeños gusanos de luz se adhieren al techo de esta gruta e irradian un brillo muy particular.




Cataratas del Niágara

(Niagara Falls (Trueno de Agua en la lengua iroquesa de la tribu de los Ongiara, originarios de la zona)
Zona oriental de América del Norte, en la frontera entre los Estados Unidos y Canadá. Situadas a unos 236 metros sobre el nivel del mar, su caída es de aproximadamente 52 metros.
Comprenden tres cataratas:  Las Cataratas Canadienses (Ontario) , Las Lupas Americanas (Nueva York) y las Cataratas Velo de Novia, más pequeñas.
Aunque no tienen una gran altura, son muy amplias y son las más voluminosas de América del Norte, ya que por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos. Entre las cataratas canadienses y las estadounidenses se encuentra la Isla de la Cabra (Goat Island).




Las Colinas de Chocolate
Filipinas. Más de 1.700 montículos naturales de la Isla de Bohol se cubren con pasto seco durante la estación seca, evocando cúmulos de chocolate.




Hielo Turquesa (Lago Baikal)  Fotografía de Valery Chernodedov
Rusia.
El lago Baikal es el lago más antiguo del mundo. En invierno, el lago se congela pero el agua es tan clara que se pueden ver 130 metros debajo del hielo. En marzo, la escarcha y el sol generan grietas en la costra de hielo, y esto produce ese hielo turquesa que vemos en la superficie.





Cueva de hielo 
Skaftafell (Islandia)
Las cavernas de hielo son estructuras que se forman en los bordes de los glaciares cuando el agua que circula derrite un hueco dentro del glaciar. El hielo es tan compacto que tiene pocas burbujas de aire, y por ello absorbe toda la luz excepto el color azul, que le da al hielo ese color único.




Cuevas del Drach - Lago Martel (Llac Martel)
Las cuevas del Drach son cuatro grandes cuevas que se encuentran en la isla de Mallorca, archipiélago de las Islas Baleares, España. Se hallan en el municipio de Manacor, cerca de la localidad de Porto Cristo.
Las formaciones que cuelgan del techo son las estalactitas, y las que nacen en el suelo son las estalagmitas. También se pueden apreciar columnas, lienzos y estalactitas arborescentes.
El lago Martel tiene unos 170 metros de longitud, y su profundidad varía entre los 4 y 12 metros. La profundidad de la cueva es de unos 25 metros, alcanzando 2,4 km de longitud..
La cuatro cuevas, denominadas Cueva Negra (Cova Negra), Cueva Blanca (Cova Blanca), Cueva de Luis Salvador (Cova de Lluis Salvador) y Cueva de los franceses (Cova dels francesos), se encuentran conectadas entre sí. Las cuevas se han formado por acción de la entrada del agua del mar Mediterráneo. Algunos estudios datan su formación en el Mioceno.





Danxia Landform


Parque Geológico de Zhangye.
Danxia (nubes rosadas) es el nombre con que se conoce en China un tipo de paisaje caracterizado por rocas prominentes con relieves muy acentuados formadas por capas de conglomerado.
El paraje conocido como Zhangye Danxia se encuentra en Linze Sunan en la provincia de Gansu, en las cercanías del desierto del Gobi. Es la más grande y la más típica danxia de las zonas áridas de China con una extensión de 300 kilómetros cuadrados y un terreno seco y desolado carente de vegetación. Allí se da la mayor concentración natural de pigmentos distintos en piedra del mundo debido a un conglomerado de multitud de capas de roca rojiza con estratos minerales de numerosos colores y diversos sedimentos, algunos de ellos orgánicos, que otorgan colores verdosos y anaranjados y que con los cambios del tiempo y el clima consiguen una variedad cromática constante. El mejor momento para contemplarlos es después de la lluvia cuando los colores resplandecen con toda su viveza.
El relieve de la zona incluye profundos acantilados, afilados picos, cuevas erosionadas, estratos, etc.




Dead Vlei
Dead Vlei está ubicado en la reserva del parque Namib-Naukluft, en el desierto de Namib (Namibia)
En África se conoce por el nombre de Dooie Vlei, que se traduce como pantano muerto o lago muerto.
Se encuentra rodeado de enormes dunas de arena roja de más de trescientos metros de altura, sobre un suelo blanco y cuarteado de arcilla en un entorno extremadamente árido y seco,  en ese paisaje se perfilan negruzcos esqueletos de árboles centenarios.
Antiguamente el clima de la zona gozaba de lluvias torrenciales, lo que provocó que se formaran lagos y lagunas que poblaban de vegetación el entorno, pero el clima cambió drásticamente desertificando la zona, lo que provocó que el lago se secase. De aquella época y después de más de 900 años, todavía se conservan los esqueletos de los árboles que allí vivieron, que debido a las altas temperaturas y la falta total de humedad, han quedado petrificados en lugar de descomponerse.




Túnel del amor
Klevan (Ucrania)



bosque sumergido, lago Traful
Patagonia argentina (provincia del Neuquén)
Situado a 30 metros de profundidad en el lecho del lago Traful, en la Patagonia. Durante un terremoto ocurrido en el año 1960, se produjo el desmoronamiento de una ladera boscosa que terminó sumergida en el fondo del lago con ejemplares de hasta 30 metros de altura.





POZO DE THOR


Esta peculiar formación natural se encuentra en Cabo Perpetua, Oregón. El “agujero” marino llamado Thor (Thor’s Well) se trata de un cráter que se nutre de las corrientes del océano Pacífico creando un espectáculo único. Cuando hay marea alta el agua se dirige hacia el interior del cráter generando un bello y misterioso efecto.




Fly Ranch geiser
Desierto Black Rock, Nevada, EE.UU.
El géiser Fly se formó de forma accidental cuando se hizo una perforación que quedó descubierta. Los minerales y las algas comenzaron a salir del hueco y se acumularon hasta formar un montículo de aspecto alienígena.
Este particular géiser, es una propiedad privada que pertenece Todd Jaksick, no tiene acceso público. Varias organizaciones han tratado de comprarlo y hacerlo accesible al público, pero hasta el momento no han podido.
El géiser contiene varias terrazas de descarga de agua con 30 a 40 piscinas en un área de 30 hectáreas. Está compuesto por una serie de diferentes minerales, incluyendo el dióxido de azufre, lo que le da su magnífica coloración.




Glaciar Taylor 
Desde el glaciar Taylor en el lago Bonney (Antártida) emerge un líquido de color rojo sangre.
Las Cataratas de Sangre serían provocadas por la acumulación de óxido de hierro en las sales del agua del glaciar, pero se ignora su procedencia. En ningún otro glaciar de agua salada se produce un fenómeno igual.




Géiser Strokkur
Sudoeste de Islandia
Strokkur (palabra islandesa que significa "batir") es un géiser en la región geotérmica cercana al río Hvitá y de la ciudad de Reikiavik
El géiser erupciona cada cuatro u ocho minutos, con una altura promedio de 15 a 20 metros, llegando a veces a los 40 metros.



Playa escondida

Las islas Marietas o islas Tres Marietas son un grupo de pequeñas islas deshabitadas a unas pocas millas al oeste de la costa de Puerto Vallarta, Jalisco (México)
En este paraíso natural se encuentra "La playa escondida" o "Hidden Beach" . 
Fue creada por una explosión militar llevada a cabo a principios del siglo XX.
El acceso a esta magnífica playa se hace nadando por un túnel de 15 metros.





Monte Halla
Isla de Jeju "Parque Nacional Hallasan" - Hallasan Gungnip Gongwon- (Corea del Sur)
Conocida antiguamente en Occidente como isla de Quelpart, Jeju es una isla volcánica, dominada por el monte Halla, un volcán extinto de 1950 m de altura, que es el pico más alto de Corea del Sur. La isla se formó hace cientos de millones de años, como consecuencia de erupciones volcánicas, y se compone fundamentalmente de basalto y de lava.





árbol de sangre de dragón

VEGETACIÓN EN LA ISLA DE SOCOTRA


Isla de Socotra, Yemen.
Socotra es una isla del Océano Índico, al sur de Yemen que tiene 800 especies vegetales endémicas. Una de ellas es una especie de drago, del que desde la época de los egipcios y de Alejandro Magno se extraía su savia, de color rojo intenso, para hacer tintes.





LAGOS DE PLITVICE (paraíso del agua)


Parque Nacional de Plitvice, Lika (Croacia)
Lagos, cascadas y manantiales conectados entre sí con una composición de colores de belleza indescriptible.
Tiene una superficie de unas 30.000 hectáreas, gran parte cubiertas por multicolores bosques de hayas principalmente, pero también de abetos y pinos. En la zona que se puede visitar, de 8 km2, se encuentran 16 lagos escalonados en distintos niveles comunicados entre sí por 92 cataratas y cascadas. Pero además de la vegetación, el Parque Nacional de Plitvice, cuenta con una abundante y variada fauna: animales como el oso pardo europeo, lobos, águilas, búhos, linces, etc. se encuentran allí.




Lago Natron
El lago Natron es un lago de agua salada, endorreico (sin salida al mar), ubicado en la región oriental del continente africano, exactamente en la frontera entre Kenia y Tanzania, sobre el Gran Valle del Rift. Su superficie tiene entre unos 600 y 800 km², pero en ocasiones logra superar los 1000 km². Este lago salado es uno de los más serenos de toda África, pero al estar tan cerca del majestuoso estratovolcán Ol Doinyo Lengai (“La montaña de Dios”), numerosos son sus complejos compuestos químicos.
Desde este lago se suelen extraer distintos tipos de sales de cloro, sodio y magnesio. Sus aguas alcalinas tienen un increíble pH de 10.5 y es un líquido tan cáustico que puede provocar serias quemaduras en la piel y en los ojos de los animales que allí se acercan y que, lógicamente, aún no han logrado adaptarse.
El carbonato de sodio, uno de los compuestos químicos que más abunda en el lago, es justamente uno de los que más se empleaban en el Antiguo Egipto para la momificación, actuando como un conservante muy eficaz.




Laguna Azul
A este sorprendente lugar de nuestro planeta se le conoce como Rocas Bainbridge y está ubicado en las Islas Galápagos, Ecuador. La isla, una roca solitaria en medio del océano, posee una laguna de agua salada en su interior.




Lago Hillier

Se encuentra en Middle Island, la isla más grande del archipiélago de La Richerche, en Australia. El color rosado del lago es permanente y no cambia cuando se vierte el agua en un recipiente. La longitud del lago es de unos seiscientos metros aproximadamente. El lago está rodeado por un borde de arena y un bosque denso de melaleuca y eucaliptos con una estrecha franja de dunas de arena al norte, cubiertas por vegetación, que lo separa del Océano Antártico.
A pesar de su inusual tonalidad, el lago no presenta efectos adversos conocidos en los seres humanos. Visto desde arriba el lago parece un sólido de color rosa chicle, pero desde la línea de costa se parece más a un tono rosa claro. El litoral está también cubierto por depósitos de costras de sal.
Su agua es salada, y los científicos no saben el origen de su color rosáceo. Sin embargo, la teoría mas probable es que se deba a las bajas concentraciones de nutrientes y al crecimiento de Dunaniella y Halobacterium (unas microalgas salinas).




Acantilados de Moher
Cliffs of Moher; en irlandés: Aillte an Mhothair (acantilados de la ruina) se encuentran en el límite suroccidental de la región de El Burren, cerca de Doolin, en el condado de Clare de la República de Irlanda.




Acantilados de Étretat
Étretat es una localidad de Francia (departamento Sena Marítimo) situada en la línea de la costa Pays de Caux. Es muy conocida por sus acantilados, incluyendo un arco natural muy famoso, que algunos llamaban El ojo de la aguja. Estos acantilados, así como la playa situada junto a ellos, atrajeron a numerosos artistas (Eugène Boudin, Gustave Courbet y Claude Monet). 




 Gran Fuente Prismática
Parque Nacional Yellowstone
Grand Prismatic se encuentra en la cuenca del Midway Geyser en el estado de Wyoming (EEUU).
La fuente prismática es de aproximadamente 80 metros por 90 metros de tamaño y tiene 50 metros de profundidad. Las descargas de las aguas termales se estima que sean de 2.100 L de 160 °F (70 °C) de agua por minuto.
Los colores se deben a la presencia de microbios pigmentados que crecen en los bordes del agua rica en minerales.




Una de las consecuencias de las inundaciones masivas del año 2010 en la provincia de Sindh en Pakistán, fue que millones de arañas se vieron obligadas a migrar a las copas de los árboles donde tuvieron que tejer sus telarañas.  Las lluvias inundaron gran parte de la zona y sigue habiendo agua en vastas zonas del territorio, por lo que los arácnidos debieron adaptarse a las condiciones y rehacer sus vidas en las ramas de los árboles. Por ello, ahora están llenos de telarañas y capullos. Como no hay mal que por bien no venga, estos árboles se han convertido en trampas para cazar enormes cantidades de mosquitos, que a su vez se habían multiplicado de manera peligrosa con el agua estancada, elevando a niveles alarmantes el riesgo de enfermarse de malaria.
Queda por ver qué consecuencias tendrá esta "invasión" para los árboles.

"En algunas ocasiones las telarañas gigantes cubren más de un árbol a la vez," dijo Russell Watkins, editor de medios en el Departamento para el Desarrollo Internacional de Reino Unido. "Cualquier tipo de vegetación que se elevaba por encima de la tierra, ahora agua, terminó afectada, literalmente todo árbol y arbusto."




Terrazas de aguas termales de Pamukkale
Provincia de Denizli, en el en el valle del río Menderes (Turquía)
Estas aguas tienen un gran contenido de minerales como bicarbonatos y calcio, por lo que este lugar ha sido utilizado como un spa natural de curación de miles de años. Las propiedades curativas de la zona atraían a gente de todos los lugares. Los romanos construyeron la antigua ciudad de Hierápolis aquí. Ya en la época de los griegos se conocían las virtudes de estas fuentes, las cuales fueron descritas por el arquitecto romano Vitruvio como aguas con propiedades terapéuticas otorgadas por los dioses.
Por millones de años, las aguas termales en Pamukkale han transformado el paisaje. Si bien parece que estas terrazas están hechas de hielo y nieve, el efecto óptico es debido a que el suelo está cubierto de caliza blanca. 



Dean's Blue Hole
Es el agujero azul más profundo del mundo, con una profundidad de 202 metros. Está situado en una bahía al oeste de Clarence Town en Long Island, en las Bahamas. Los agujeros azules más profundos después del agujero de Dean, cuentan con 100-123 metros de profundidad.

Un agujero azul es una cueva submarina también conocida como sinkhole. Su forma es generalmente circular, de paredes abruptas y un color con alto contraste entre el azul oscuro de las aguas profundas, y el azul claro de la orilla. Los agujeros azules fueron formados durante la pasada edad de hielo, cuando el nivel del mar estaba como 100 a 120 metros más bajo que en la actualidad. Sobre terrenos descubiertos de piedra caliza, la fragilidad del terreno afectado por napas de agua subterráneas, colapsaron dando lugar a impresionantes cráteres, que posteriormente fueron cubiertos por el mar.



Gran Agujero Azul de Belice
Se encuentra cerca del centro del arrecife Lighthouse, un pequeño atolón ubicado a 100 kilómetros de la costa continental y la Ciudad de Belice. El agujero es de forma circular, y cuenta con más de 300 metros de ancho y 123 metros de profundidad. Se formó como un sistema de cuevas de piedra caliza durante el último período glacial, cuando los niveles del mar eran mucho más bajos. Como el mar comenzó a subir de nuevo, las cuevas se inundaron y el techo se derrumbó





Bosque de piedra
Este sorprendente bosque de piedra se formó hace unos 270 millones de años, en un terreno que un día fue el fondo del mar.
Se trata de formaciones basálticas ubicadas en la provincia de Yunnan (China). Las rocas parecen surgir del suelo como si fueran estalagmitas y tienen el aspecto de árboles petrificados, que en conjunto crean la ilusión de un bosque hecho de piedra.






MONTAÑAS TIANZI

China.
Se formaron bajo el agua hace 380 millones de años, y la corriente destruyó la arenisca de sus alrededores, dejando solamente los pilares de piedra. Algunas de las columnas se alzan más de 4000 pies sobre el nivel del mar.






Monte Roraima


Limita con tres países diferentes: Venezuela, Brasil y Guyana. Está rodeado por los cuatro lados por escarpados acantilados de 400 metros de altura. Alberga un ecosistema único con varias especies endémicas, incluyendo una rara planta carnívora, y algunas de las cascadas más altas del mundo.
Esta meseta es considerada una de las montañas más antiguas del mundo, su surgimiento data de cerca de 2000 millones de años y se formó por la actividad tectónica.






Olas en el desierto
(The wave)
Se encuentra en las laderas de las "motas del coyote", en la reserva protegida "Paria Canyon-Vermilion Cliffs Wilderness" del desierto de Arizona.
La formación rocosa data del Jurásico, y originalmente era un conjunto de dunas que con el paso del tiempo se transformaron en roca sólida. La erosión por el viento y la lluvia crearon estas caprichosas formas.





PLAYA DE LAS CATEDRALES


-As Catedrais- (Playa de Aguas Santas
A Devesa, Ribadeo (Lugo) Galicia (España)
Se le llama así por el conjunto de acantilados, algunos con más de 32 metros de altura, que esculpidos por el viento y el mar, forman unos arcos y bóvedas espectaculares dejando un paisaje maravilloso en la que está considerada como una de las playas más espectaculares del mundo.




playa Vaadhoo - Fotografía de Doug Perrine
(Maldivas)
Es un fenómeno que se produce porque la bioluminiscencia hace que la línea de la costa brille por la noche cuando los microorganismos en el agua son perturbados por el oxígeno.
Es producida por el fitoplancton, algunas de cuyas especies son bioluminiscentes.







RÍO CELESTE



Río Celeste es un río en el cantón de Guatuso (Costa Rica) que es teñido a un azul claro por unas reacciones químicas del carbonato de calcio y el azufre del Volcán Tenorio.





Río Verzasca - Fotografía de Claudio Gazzaroli
Río Verzasca - Fotografía de Claudio Gazzaroli
El río con las aguas más limpias del mundo
El Verzasca es un río de montaña que cuenta con más de 30 kilómetros de longitud y se encuentra en Suiza.
El río se conserva puro, casi virgen. Tanto que sus aguas son tan cristalinas que no solo permiten ver cómo es el fondo del río, sino que desde sus aguas, sumergido, se puede ver con sorprendente claridad todo lo que hay sobre ellas.




Flores de hielo
Esta maravilla de la naturaleza la encontramos  en los océanos Ártico y Antártico, ya que las flores de hielo se producen a temperaturas próximas a los -22 grados. Estas curiosas flores solo se forman cuando en la superficie del mar hay una capa fina de hielo y el vapor de agua se escapa a través de sus pequeñas fisuras. Este vapor de agua, al entrar en contacto con el aire frío y húmedo, se congela sin pasar por el estado líquido, cristalizándose inmediatamente de forma que se crean estas flores de hielo (proceso conocido como nucleación).
Las estructuras de estas flores de hielo crecen hacia arriba a medida que la sal de la superficie se cristaliza cuando el aire húmedo entra en contacto con la escarcha recién formada. También pueden encontrarse en estanques de agua dulce (siempre que la temperatura sea lo suficientemente baja) y llegan a ocupar amplias extensiones.






Simas de Sarisariñama
Situado en el Parque Nacional Jaua-Sarisariñama, extremo suroeste del Estado de Bolívar, en Venezuela. El Sarisariñama es un macizo en forma de tepuy, una meseta extensa y plana aislada por paredes abruptas casi verticales. Es una de las zonas más aisladas de Venezuela, donde la carretera más cercana, puede dejarnos a cientos de kilómetros. El tepuy es un tipo de relieve típico de la Gran Sabana venezolana, posiblemente las montañas más viejas del planeta: mesetas aisladas que desarrollan un ambiente propicio para formas evolutivas únicas.
Gigantescas cavidades  de 350 metros de diámetro y unos 300 metros de profundidad interrumpen la meseta verde y aislada sobre el macizo de Jaua-Sarisariñama.




Spotted Lake
Canadá.
Debido a la concentración de diferentes minerales, en verano, al evaporarse el agua aparecen las diferentes "piscinas naturales" teniendo cada una, un color y tonalidad particular , dependiendo del tipo de minerales y de su concentración.
Desde la antigüedad, los indios del valle Oskogan, han considerado este lago como un lugar sagrado, cuyas aguas sanaban distintas enfermedades. Incluso en tiempos de guerra, las tribus pedían una tregua para que los guerreros pudieran llegar al lago y sanar sus heridas.




GÉISER MORNING GLORY


Bajo el parque nacional de Yellowstone, en el oeste de Estados Unidos, yace un coloso dormido de 90 kilómetros que contiene entre 200 y 600 kilómetros cúbicos de roca fundida.
Y estas cifras sugieren que este supervolcán es 250% más grande de lo que se pensaba, según las conclusiones de un estudio presentado en la reunión anual de la Unión de Geofísicos de EE.UU. (AGU, por sus siglas en inglés) que se realiza en San Francisco.

Morning Glory es un géiser de aguas  termales, ubicado en la cuenca alta del Parque Nacional Yellowstone, que forma una piscina natural de singular belleza. Su similitud  a la  planta  Ipomoea violácea comúnmente llamada "Gloria de la Mañana" dio origen a su nombre. 
El color distintivo de sus aguas se debe a las bacterias que la habitan. En algunas ocasiones, generalmente luego de alguna actividad volcánica cercana, la piscina estalla en forma de géiser.

Tiene unos 7×8 metros de superficie y unos 7 metros de profundidad. En la actualidad la temperatura de sus aguas ronda los 77,5 grados Celsius. 
Sus aguas son tan claras que mirando desde algunos ángulos crean una ilusión como si estuvieran en movimiento y cayendo por el agujero, aunque en realidad la superficie es completamente estable y plana.











Y un vídeo con algunas de estas maravillas.