Michael Nyman - The Heart Asks Pleasure First
El tamaño de las manos no es obstáculo para tocar el piano.
Unas manos grandes y con dedos largos pueden enfrentar con mayor ventaja muchas de las obras difíciles del repertorio pianístico, pero al mismo tiempo hacen más complicado tocar determinadas piezas en las que hay que tocar rápidamente distancias cortas. A unas manos pequeñas les ocurre lo mismo, pero en las distancias largas del teclado.
La mayor dificultad que presenta el tener manos pequeñas, puede ser la rigidez que supone la extensión (interdigital) casi máxima de los dedos constantemente, especialmente en la muñeca.
Las dificultades se salvan con :
Trabajo, creatividad y pasión.
Los Estudios fueron uno de los géneros más frecuentados por el compositor romántico Federico Chopin. Sus Estudios se han convertido en piezas clave del repertorio de piano.
Un estudio es una composición musical corta, destinada a practicar la habilidad y la técnica en un instrumento solista, que en el caso de Chopin fue el piano.
A lo largo de su corta vida, el maestro polaco escribió veintisiete estudios, repartidos de la siguiente manera: doce en el Op. 10, doce en el Op. 25 y tres sin numerar para un libro de método.
Claudio Arrau - Federico Chopin
El compositor polaco nacionalizado estadounidense Leopold Godowsky (1870-1938) hizo sus propios estudios basados en los Estudios de Chopin. Son 54 estudios, aunque a menudo se dice que son 53, pero el Estudio Op. 25, n.º 2 presenta dos versiones diferentes en la misma página. En veintidós de estos estudios de Godowsky la parte que toca la mano derecha en los de Chopin pasa a la izquierda. Esto es solo un ejemplo de la enorme dificultad que entrañan los Estudios de Godowsky sobre los estudios de Chopin.
Leopold Godowsky y Charles Chaplin |
Leopold Godowsky (1870-1938) suele ponerse como ejemplo de alguien que pese a tener manos pequeñas, logró desarrollar una técnica impresionante.
Arthur Rubinstein (tampoco tenía los dedos largos), refiriéndose a Godowsky, afirmó una vez: me tomaría 500 años desarrollar una técnica así.
Arthur Rubinstein (tampoco tenía los dedos largos), refiriéndose a Godowsky, afirmó una vez: me tomaría 500 años desarrollar una técnica así.
Las manos de Godowsky eran pequeñas pero fuertes, muy flexibles, la palma ancha con dedos bastante separados, algo muy importante para contrarestar el efecto de no poseer dedos largos. Si un pianista no puede alcanzar una décima sin forzar mucho la mano, con mayor razón tendrá dificultades en tocar acordes de décima donde hay otras notas en medio.
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Aquejado de una gravísima enfermedad ósea, el pianista francés
Michel Petrucciani,
se consagró desde la infancia de manera casi exclusiva
al estudio del piano y acabó por convertirse en uno de los músicos de jazz europeo de mayor renombre de todos los tiempos.
Dotado de un virtuosismo extremo, su estilo intimista y romántico, que partía de la escuela de Bill Evans
-del que era un ferviente admirador-,
combinaba con inteligencia el lirismo y la sutileza con un ataque poderoso y percusivo.
Un grandes manos.
De formación clásica, Bill Evans estaba más que familiarizado con la música de Liszt, Debussy o Ravel, cuyas técnicas compositivas asimiló y plasmó en su lenguaje pianístico. Caracterizado por la depuración técnica, por una pasión fría y por esa elegancia tan europea, pronto se hizo un hueco en la escena del jazz hasta entonces dominada por músicos negros.
Las manos de Bill Evans,
perfectamente atentas,
sin un gesto inútil,
siempre cerca de las teclas,
como si fuera a extraer una savia fina y constante.
Laurent de Wilde