sábado, 10 de diciembre de 2011

DE JUGLARES Y TROVADORES





Envuelta en sombras, la Edad Media lucha por encontrarse.

Es una búsqueda penosa, lenta, por un camino de tinieblas.

La vida ofrece muy poco: duros trabajos, luchas, conflictos, sudores...

El hombre no busca en su interior porque siente miedo de encontrarse a solas con su pensamiento.

La muerte, las enfermedades, el hambre y la miseria eran cosas
familiares y aceptadas como naturales.

Pese a todo, algunos resquicios se abrieron para que, entre tanta calamidad, brillase alguna luz de alegría y olvido.

Los juglares recorrían los pueblos, ciudades y castillos.
 Vestían pintorescamente y sabían distraer al auditorio, ávido de novedades, con canciones, bailes y narraciones.

El pueblo entero se agolpaba a su alrededor.


Los juglares acompañaban sus poemas y canciones con diversidad de instrumentos de cuerda, como el salterio, el laúd y la vihuela;
otros de aire o percusión, tales como la flauta, el tambor y la pandereta.



La vida de estos juglares era errante.
Iban de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo.
Solitarios algunas veces, otras en grupo,
eran verdaderos periódicos hablados.

El pueblo deseaba conocer los hechos, los desastres o victorias de sus guerreros y ansiaba cantar la gloria de sus héroes.

Así, en boca de los juglares, que hablaban en el lenguaje del pueblo, comienza nuestra literatura.


EL AMANECER DE UNA NUEVA LENGUA





ROMÁN PALADINO

"Quiero fer una prosa en roman paladino
en cual suele el pueblo fablar con so vezino
ca non so tan letrado por fer otro latino
bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino"



Gonzalo de Berceo. Berceo (La Rioja) hacia 1195 - Monasterio de San Millán de la Cogolla, hacia 1268) Primer poeta en lengua castellana con nombre conocido.

*

              UNO DE LOS TROVADORES:


FÁBULA DE LOS TRES HERMANOS




De tres hermanos el más grande se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento a cuanto iba a pisar
De tanto en esta posición caminar
Ya nunca el cuello se le enderezó
Y anduvo esclavo ya de la precaución
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, con su corta visión
Ojo que no mira más allá no ayuda el pie
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el del medio se fue
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Iba despierto y bien atento al horizonte igual
Pero este chico listo no podía ver
La piedra, el hoyo que vencía a su pie
Y revolcado siempre se la pasó
Y se hizo viejo, queriendo ir lejos, a donde no llegó
Ojo que no mira más acá tampoco fue
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú
De tres hermanos el pequeño partió
Por la vereda a descubrir y a fundar
Y para nunca equivocarse o errar
Una pupila llevaba arriba y la otra en el andar
Y caminó, vereda adentro, el que más
Ojo en camino y ojo en lo por venir
Y cuando vino el tiempo de resumir
Ya su mirada estaba extraviada entre el estar y el ir
Ojo puesto en todo ya ni sabe lo que ve
óyeme esto y dime, dime lo que piensas tú




Y EL OTRO,






Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tú quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar
el futuro algún día llegará
y del presente
que me importa la gente
si es que siempre van a hablar

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

*

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