lunes, 2 de junio de 2014

DAMAS DEL BLUES



El blues es una expresión musical que llegó a los Estados Unidos de América del Norte a través de los esclavos que provenían principalmente de la costa occidental de África. Este tráfico de esclavos se produjo ininterrumpidamente desde comienzos del siglo XVII hasta 1812, año en el que quedó prohibido su comercio. Sin embargo, la esclavitud no se aboliría hasta 1865.


Los esclavos viajaban en los barcos encadenados, por lo que se conjetura que la única forma musical que podían interpretar era la vocal, aunque pudiera ser que algún instrumento llegara con ellos en su viaje. A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX había en las plantaciones esclavos que tocaban el violín, el banjo o flautas bastante primitivas. En concreto, el banjo, casi se puede asegurar que es la versión de un instrumento similar de Senegal, de cinco cuerdas, llamado halam, xalam o khalam.


La primera distinción entre las canciones que interpretaban los afroamericanos ya en el siglo XIX, está entre los espirituales o canciones religiosas y las canciones mundanas o blues propiamente dicho. Mientras que los espirituales se entonaban en la iglesia por un grupo de cantantes, contando además con el beneplácito de los blancos que veían estos cánticos menos peligrosos para el mantenimiento del status quo, ya que las letras se referían a la salvación en el más allá, el blues era interpretado por un solista y la temática era sobre los problemas cotidianos, el día a día. Ya centrados en el aspecto mundano y terrenal de esta música popular afroamericana, podríamos diferenciar entre los “work songs” o cantos de trabajo y los “hollers”. Los cantos de trabajo están asociados más a las cuadrillas de trabajadores negros o a las brigadas de prisioneros desparramados por las sucias y polvorientas carreteras del sur, interpretando ritmos uniformes y comúnmente con frases improvisadas por una voz solista y un estribillo con el que respondían el resto de los trabajadores. El “holler” blues es más un estilo a capela, con el cantante interpretando para sí mismo pero con un elevado tono de voz y una mayor libertad en el ritmo. Es así que se han relacionado más las canciones de trabajo con Mississippi y los “hollers” con Texas debido principalmente a las condiciones geográficas y demográficas diferentes entre los dos estados, aunque esto haya que tomarlo con la suficiente prudencia.
No fue hasta 1890, aproximadamente, que los estudiosos del folclore comenzaron a coleccionar la música popular y hasta comienzos de 1900 no se realizaron las primeras grabaciones de esta música. Y lo único que se sabe con certeza es que hasta ese momento tanto las “work songs” como los “hollers” se interpretaban sin ningún tipo de acompañamiento instrumental.



Minstrels Shows




Los “Minstrels Shows” eran espectáculos itinerantes con cierta similitud con el teatro ambulante, con actuaciones que incorporaban canciones, danzas e interpretaciones instrumentales acompañadas del banjo o violín, principalmente.
La música de estas obras no era realmente música original de los negros del sur sino, más bien, una amalgama de la idea que los blancos tenían entonces de la música negra. Mezcla, por tanto, de himnos, work songs y la vieja música folclórica de violín y banjo, mucho más cercana a la música de Irlanda y Escocia, que a la tradición musical africana. También se introdujeron canciones sentimentales del tipo de las compuestas por Stephen Foster, que tenían un gran éxito en la época. 


Los actores eran blancos que se pintaban la cara de negro e imitaban, la mayoría de las veces con no muy buen gusto (aunque en algún caso sí se ponía en cuestión la esclavitud), los personajes y comportamiento de los esclavos negros. Estos espectáculos ambulantes eran habituales a mediados del siglo XIX y muchas de las canciones interpretadas pasaron a formar parte de la música popular. Un aspecto importante a considerar fue el abandono con el tiempo, por parte de los músicos afroamericanos, del uso del banjo debido a imagen negativa que daban de los negros en los minstrel shows.

La irrupción de actores y compañías negras en el minstrel, a partir de 1850-1855, no cambió esencialmente esta situación; al menos, hasta después de la Guerra de Secesión y la abolición de la esclavitud, cuando comenzaron a introducir en estos espectáculos su propia música, especialmente bailes como el cakewalk o el black bottom, y formas básicas de jazz, como el ragtime. Algunos intérpretes consiguieron una gran popularidad, como Aida Overton Walker, conocida como "La reina del cakewalk".




Si nos trasladamos a comienzos del siglo XX, puede parecer extraño que en ese tiempo, las mujeres, disfrutaran de una gran relevancia en el blues.

Inicialmente fueron las cantantes las que ocuparon el lugar central de los escenarios de variedades negros, en las principales ciudades de los EEUU fue allí donde brillaron las cantantes de blues; las pioneras del lamento negro en un país donde escaseaban las oportunidades para las damas. En un momento nada cómodo -depresión económica, racismo y sexismo, tiranía blanca en las radios y prohibición expresa de que los negros cantasen todo aquello que no fuese vodevil costumbrista- este grupo de vocalistas e instrumentistas, se enfrentó al estatus dominante y logró consolidar la música racial de los doce compases y el dolor.

Fue la compañía Okeh Records quien grabó por primera vez a una cantante negra, Mamie Smith, en febrero de 1920 y aunque el sello no promocionó el disco, su inesperado éxito de ventas llevaron a esta cantante de nuevo al estudio. Otras compañías discográficas empezaron a vislumbrar el potencial que podían tener las grabaciones de blues. Hubo un buen número de cantantes femeninas que grabaron discos durante los años 20 utilizando generalmente orquestas de jazz como acompañamiento (Clara Smith, Bessie Smith, Ida Cox, Ma Rainey, Alberta Hunter, etc).
Pero a finales de los años 30 el papel tan destacado que habían jugado todas estas mujeres empezó a declinar para la mayoría de ellas.

Su historia también contiene una paradoja: aunque cantaban sobre las fracturas del alma y la ingratitud de la vida de la misma manera que lo hacían los bluesmen rurales de las plantaciones de algodón, se comportaban como divas, gastaban fortunas en vestuario y joyas y azucaraban formalmente el género contaminándolo con la herencia del vodevil. Sentían el blues, pero lo disfrazaban por motivos coyunturales. Como siempre, hay excepciones.


Aquí comienza un recuerdo para aquellas mujeres (las que he encontrado)

Con una de las Damas del Jazz

Billie Holiday  Lady Day
(Eleanora Fagan Gough)
1915 - 1959

Lady Sings the Blues







BESSIE SMITH
1894 - 1937


Bessie Smith combinaba un inusual sentido del ritmo con una extrema sensibilidad para el tono y la dicción correctos, rasgo que le permitió llegar a una audiencia muy amplia. Su forma de articular notas y palabras, empleando gran variedad de enfoques rítmicos y tonales, aportaba a sus interpretaciones una gran elegancia y cierta apariencia de improvisación.




Huérfana de padre –campesino y pastor baptista dominical- y también de madre desde los nueve años, creció en una cabaña miserable y se buscó la vida como niña cantante y bailarina en las esquinas de su pueblo natal, Chattanooga (Tennessee).

Surcó carreteras secundarias para actuar por cuatro monedas en locales de mala muerte antes de que fuera fichada por Columbia en 1923. Su primera grabación Down Hearted Blues fue un éxito masivo (780.000 copias vendidas en seis meses) en una época en que la difusión de música negra era muy limitada.

La voz poderosa de Smith, que nunca necesitó amplificación para cantar en teatros y bares, era también vulnerable y majestuosa. Grabó 160 canciones y fue solicitada por los mejores músicos de su época, consiguiendo que la discográfica le ofreciera un contrato de 400.000 dólares, una cantidad elevadísima en un tiempo en que los negros cobraban diez dólares por grabación.







MAMIE SMITH
(Née Robinson)  (1883-1946)



Figura en la historia de la música como la primera mujer negra en grabar un blues.El hito corresponde a Crazy Blues, registrado en acetato el 10 de agosto de 1920 en Nueva York por el sello OKeh. La participación de Smith fue un accidente, porque en la sesión estaba prevista otra cantante, que no pudo acudir por un catarro. La canción, un blues urbano, con muchos guiños al vodevil del que procedía Smith, fue un gran éxito de ventas y empujó a las discográficas a buscar con ardor a vocalistas de blues para aprovechar la disposición del mercado.

La operación mercantil fue beneficiosa para el género, que consiguió el reconocimiento que merecía, pero también conllevó, como señala Ted Giogia Gioia en su libro El Blues, una perversión sobre el pathos original, convirtiendo la declaración íntima de la tragedia del alma en una ceremonia de orgullo adecuada para teatros, con músicos profesionales dando lustre a las canciones.
Mamie Smith, con su voz penetrante y muy femenina, abrió el camino a muchas otras cantantes y vivió una corta gloria. “Pienso que mi público quiere verme cada vez más elegante y no pienso defraudarlo”, dijo en una entrevista de aquella época.
Apareció en algunas películas cantando pero murió en la indigencia.




Sara Martin 
 1884 - 1955




MA RAINEY
(Gertrude Malissa Nix Pridgett Rainey)
1886 - 1939


Conocida como la "Madre del blues". Si alguien tiene derecho a la condición materna es esta mujer, cuyas canciones demuestran que la grandeza del blues no está en el virtuosismo, sino en la emoción transmitida mediante la voz.

Las empresas discográficas no fueron rápidas con ella y no parece que a Ma Rainey le importase demasiado. Cantó en carpas ambulantes de circos y con matasanos vendedores de tónicos durante tres décadas antes de grabar un disco. Le gustaba compartir descargas con otros artistas y algunos de sus biógrafos sostienen que secuestró durante dos años a la niña Bessie Smith, de quien fue gran protectora, para enseñarle a cantar blues con propiedad.

Solo tuvo contrato entre 1923 y 1928. Durante esos años, grabó cien canciones, entre ellas los clásicos See See Rider Blues y Bo Weavil Blues.

Áspera, espontánea y sin concesiones a la galería, fue la más honda de las blueswomen. También la menos apegada a la fama: en 1933, cuando se cansó de los aplausos y las fiestas, regresó a su pueblo y alquiló un par de teatros para exhibir películas, programar actuaciones y pagar los recibos. Solo cantaba cuando le apetecía y siempre ante familiares y amigos.

Blame It on the Blues 






Sophie Tucker
1887 -  1966


Mattie Hite
1890 - 1935


Ada Brown
 1890 - 1950



Bessie Brown 
1890 – 1955



Virginia Liston
1890 - 1932



Elizabeth "Libba" Cotten
 
 1893 – 1987




Coot Grant
1893 - ¿?



Lucille Hegamin
Lucille Nelson Hegamin
1894 – 1970 




Clara Smith 
1894 – 1935




Eva Taylor 
 1895 -  1977




1895 - 1943




Mary Stafford 
1895 - 1938




Lizzie Miles
 (Elizabeth Mary Landreaux)
 1895 - 1963




Alberta Hunter 
1895 - 1984




Edna Hicks 
1895 -  1925




Katie Crippen
  (Little Katie Crippen o Ella White)
1895 - 1929




Esther Bigeou 
 1895 - 1936




Hattie McDaniel
1895 -  1952




Florence Mills
(Florence Winfrey)
1896 - 1927




Rosa Henderson  
1896 - 1968




Ethel Waters
1896 - 1977



Lillian Goodner
1896 - 1994



Estelle "Mama" Yancey
 1896 - 1986



Ida Cox 
1896 - 1967





Edith Wilson 
1896 – 1981




Lucille Bogan 
1897 – 1948




MEMPHIS MINNIE
(Lizzie Douglas)
1897 - 1973


De pequeña trabajaba cantando en las calles de Memphis para recibir algo de dinero, y adoptó el nombre de Kid Douglas. "Kid" fue una pionera en el campo de las mujeres cantantes/guitarristas y ayudó a cambiar los estereotipos reinantes.

Entre 1916 y 1920 recorrió el sur de Estados Unidos junto con un circo. En 1929 conoce al guitarrista Joe McCoy y se casa con él. Formaron un dúo que duró 5 años y tuvo considerable repercusión en el mundo de la música. Entre los años 40 y comienzo de los 50, su prestigio creció poco a poco. No solo cantaba, sino que tocaba la guitarra muy bien con gran dominio del escenario. Realizó giras por todo el país con grandes músicos como Big Bill Broonzy.


If You See My Rooster







Lena Wilson 
1898 - 1939





Sippie Wallace
1899 - 1986 


Sippie Wallace, John Mayall & the Bluesbreakers




Lottie Kimbrough
1900 - ¿?



Mary Johnson
1900 - 1970




Maggie Jones
  1900 - ¿?




Josie Miles
 1900 - ¿?





Viola McCoy
1900 - 1956





Hannah Sylvester
 1900 - 1973






Julia Lee
 1902 – 1958




Monette Moore
1902 - 1962




  1902 - 1978




Georgia White
1903 – 1980




Edith Johnson
 1903 - 1988




Ruby Walker
(Ruby Smith -sobrina de Bessie Smith-)
1903 - 1977





Bertha "Chippie" Hill 
1905 - 1950




Mattie Delaney 
1905 - ¿?





Victoria Spivey 
1906 - 1976

 






Black Snake Blues






Gladys Bentley
 1907 – 1960





Billie Pierce
(Wilhelmina Goodson)
1907 - 1974





Mildred (Rinker) Bailey
1907 - 1951



Ida Goodson
1909 - 2000



Rosa Lee Hill
 1910 - 1968

Bullying Well






Merline Johnson 
 1912 - ¿?



1912 - 2007





Helen Humes
1913 - 1981





Etta Baker 
1913 –  2006





Blue Lu Barker
 (Née Dupont)
 1913 - 1998




Rosetta Howard
1914 - 1974




Daisy Martin
1914 - 1925




ROSETTA THARPE




(Sister Rosetta Tharpe)
1915 – 1973




Rosetta Nubin nació en Cotton Plant, Arkansas. Empezó a tocar y cantar a la edad de cuatro años, anunciada como "La pequeña Rosetta Nubin, el milagro de la guitarra y el canto", acompañando a su madre Katie Bell Nubin, que tocaba la mandolina y predicaba en iglesias del Sur. Expuesta al blues y al jazz en el Sur y después de que su familia se mudara a Chicago en los años veinte, empezó a tocar blues y jazz en privado, mientras seguía tocando gospel en eventos públicos. Su estilo único reflejaba estas influencias laicas: tocaba las notas como los músicos de jazz y pinzaba la guitarra como Memphis Minnie, la más prolífica y popular mujer del blues de la época, si no de la historia.

 Es también conocida como la "Godmother of Rock and Roll"(Madrina del Rock and Roll)





That's All








Lillian "Lil" Green
 1919 - 1954




Jessie Mae Hemphill 
1923 - 2006)




Ella Mae Morse 
1924 - 1999





Dinah Washington
1924 - 1963 





Big Maybelle
Mabel Louise Smith
1924 - 1972





Lula Reed 
(Lula Marietta McCleland )
1926 - 2008) 






BIG MAMA THORNTON


Willie Mae Thornton
 1926 - 1984


Cantante estadounidense de blues y rhythm and blues. Tocó también la armónica y la batería. Estereotipo de vocalista de blues, su voz es apasionada y exuberante, tendente a los desplazamientos de volumen. Su fuerte sentido de la independencia la privó probablemente de haber conseguido más contactos que hubiesen impulsado una carrera no excesivamente exitosa.

Everything Gonna Be Alright



My Heavy Road











Koko Taylor1928 – 2009







Ruth Brown 
 1928 – 2006




Ruth Brown & B.B.King / Ain't Nobody's Business 









LaVern Baker
(Delores LaVern Baker)
1929 - 1997






Nina Simone
(Eunice Kathleen Waymon)
 1933 - 2003

Do I Move You?







Varetta Dillard 
1933 - 1993





Ann Cole
1934 - 1986






Little Esther Phillips
1935 - 1984







Etta James
1938 - 2012

The Sky Is Crying







Mavis Staples
1940 - 2008





Beverly "Guitar"  Watkins
1940, Atlanta, Georgia






Irma Thomas 
1941 Ponchatoula, Louisiana (EEUU)





Alice Leslie Carter


Anna Lee Chisholm



Bertha Idaho







Bessie Tucker




Cleo Gibson



Cora Perkins


Edmonia Henderson



Ethel Finnie



Eva Parker



Fannie May Goosby




Hazel Meyers




Katherine Henderson


Kitty Brown



Laura Smith



Lavinia Turner


Lil Johnson



Lillian Miller



Lulu Jackson



Madlyn Davis




Mae Muff (Glover)






Marilyn Scott (Mary Deloatch)









Miss Frankie


Nellie Florence



Pearl Dickson



Rosie Mae Moore




Susie Edwards


Virginia Childs







Para el final, una que me gusta especialmente: Geeshie Wiley.
No he podido encontrar mucha información sobre ella, excepto que en 1930 grabó un disco con
Elvie Thomasotra cantante de blues y guitarrista.


Last Kind Words Blues 








El blues, que surge décadas después de la abolición de la esclavitud, expresa musicalmente las nuevas realidades sociales y sexuales con que se encuentran las mujeres y hombres negros. Aunque su situación económica no había cambiado mucho, sus relaciones personales habían sufrido una transformación radical.

La emancipación, tiene tres efectos fundamentales en las vidas de los antiguos esclavos: ya no hay prohibiciones para viajar y moverse libremente como durante la esclavitud; la educación se convierte en un objetivo alcanzable; y la sexualidad se puede explorar libremente, se puede escoger a las parejas amorosas.

Tras el fin de la esclavitud y el final de la guerra civil en EEUU y la I Guerra Mundial se produce la conocida como Gran Migración, de población negra que vivía en su mayoría en zonas rurales (las antiguas plantaciones de esclavos) a zonas urbanas del Sur y del Norte.

Esta migración no tiene el mismo significado para mujeres y para hombres. La migración les afecta de forma específica a ellas, porque quienes migraban eran en su mayoría hombres: ellas se quedaban atrás porque tenían cargas familiares, no tenían dinero para migrar o porque las alternativas baratas como colarse en un tren de mercancías entrañaban muchos peligros.

En este contexto, para muchas mujeres unirse a un vodevil ambulante o a una barraca de feria era un camino para la movilidad geográfica (una forma de emigrar) y social, pues era una de las escasas oportunidades de trabajar ganando un sueldo y rechazar la vida miserable y llena de abusos de una trabajadora doméstica. 

Históricamente, en la tradición afroamericana el amor sexual individual ha estado ligado con las posibilidades de libertad social. Hay que recordar que los esclavos no podían elegir a sus parejas, que a las mujeres muchas veces sus amos las explotaban sexualmente, que se separaba arbitrariamente a las familias cuando se las vendía, etc. Para los esclavos recién emancipados, poder escoger a sus parejas sexuales era un símbolo de su libertad recién adquirida, lo que explica la importancia de la sexualidad en el blues (y en otras expresiones y estilos musicales).

Aunque en el blues el amor tiene una gran importancia, es relevante notar que no se representa el amor como ese reino idealizado como hacen las canciones populares, sino como un terreno agitado y lleno de conflictos. En las canciones abundan las referencias y metáforas sexuales y los personajes femeninos están claramente en control de su sexualidad.

Aun así, este momento optimista en el que las mujeres podían ejercer poder y control sobre su sexualidad no duró mucho. El espacio que se había abierto con la era dorada no sobrevivió a la Gran Depresión. 

Angela Davis  
Fragmento de su libro: Blues legacies and black feminism.


14 comentarios:

  1. Este post, además de desasnarme puesto que a la gran mayoría ni las he escuchado nombrar, me proporciona un listado de estas damas seguramente diosas del blues a las que me pongo ya mismo a buscar...

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  2. Te lo has "currao", pero lo malo es que nos vas a hacer currar a los demás...

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  3. ¡Vaya colección! ¡Fantástica!
    Tenemos para desasnarnos un buen rato.

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  4. Esto es poner tarea y lo demás un cuento!

    Aunque me da que alguna te falta ;-)

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  5. Entre el post, la abdicación del rey, un lunes negro para ti, Gato.

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  6. Ya ves, Charlie, al bro le parece que faltan algunos cromos.

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  7. Que yo, de paso, también me desasno, eh, Carlos.

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  8. Conozco a la Billie y a Elizabeth Cotten (las adoro especialmente), a Bessie Smith, Ma Rainey, Memphis Minnie, Sippie Wallace, a Victoria Spivey que tocó con Bob y Big Joe Williams y aparece en la contrapada de New Morning, a Rosetta Tharpe, Big Mama Thornton, Koko Taylor, Ruth Brown, a la divinidad Nina Simone, a Etta James, Geeshie Wiley... y falta una de mis heroínas y ex novia de Bob (perdón si aburro) Mavis Staples...

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  9. De aburrir nada, al contrario. La pondré, no se me vaya a enfadar...

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  10. Por lo demás, te agradezco el resto de las divinidades que me has revelado, entre ellas Hattie McDaniel.

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