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Durante el invierno, en las regiones templadas y frías, la naturaleza permanece como dormida. En esta época resulta más difícil conseguir alimento debido a las bajas temperaturas. En estas condiciones climatológicas adversas, algunos animales han desarrollado estrategias para impedir la congelación de sus tejidos.
¡La HIBERNACIÓN es una buena manera de pasar la estación fría sin dificultades!
Durante la hibernación, el animal se mantiene en un estado de letargia (sueño profundo). Para alimentarse, los animales que hibernan utilizan las reservas corporales de grasa que han almacenado durante el año. La hibernación es característica de los animales de sangre caliente, como el murciélago, el oso, la marmota, el erizo, el lirón, la ardilla, el hámster; pero algunos animales de sangre fría tienen un comportamiento similar, sapos, ranas, reptiles como la víbora y lagartos pasan el invierno inmóviles y durmiendo en sus madrigueras para evitar perder su calor corporal si la temperatura es demasiado baja. También existen insectos con un comportamiento similar, como es el caso del ciervo volante que se entierra en la arena mientras espera que llegue la primavera, para poder salir del letargo invernal.
El sueño invernal supone la reducción drástica de la temperatura corporal, disminución del pulso y la respiración y reducción de la actividad cerebral. Esta muerte aparente reduce el consumo de energía al mínimo y previene la actividad innecesaria, así como la necesidad de alimento. Para conseguir este sueño los animales se refugian en nidos cálidos y madrigueras y viven de las grasas acumuladas. En esta época no solo la temperatura es más baja, además, los vientos tienen un efecto refrigerador que afecta especialmente a pequeños mamíferos.
No todos los animales emplean el mismo método para hibernar, esto depende de su tipo de sangre y otras características. Según las distintas especies son muy diferentes los cambios fisiológicos que se producen durante el letargo.
¿CÓMO SE PREPARAN LOS ANIMALES PARA HIBERNAR?
Estamos tan a gustito... |
Al final del verano y comienzos del otoño, los animales que van a hibernar empiezan a comer mucho más que antes. Engordan y acumulan reservas en forma de grasas. Por ejemplo, el lirón duplica su peso antes de empezar la hibernación.
Además, los animales preparan cuidadosamente el refugio donde van a pasar esos meses: la marmota excava una madriguera en el suelo y la recubre con hierbas; el erizo acondiciona un nido con hojas o hierbas; el lirón elige una cavidad, como el agujero de un árbol y lo tapiza con plantas.
En la madriguera, los animales adoptan la forma de una bola para protegerse mejor del frío. Cuando varios hibernan juntos, se apelotonan unos junto a otros.
Otros animales pasan el invierno bajo el agua, ya que debajo de los hielos el agua no se congela. Algunos insectos durante este tiempo se mantienen en estado de larvas acuáticas esperando la primavera para emerger de nuevo a la vida terrestre. Los sapos también pasan el invierno bajo el agua, pero allí deben enfrentar un nuevo dilema: ¿cómo respiran? pues debajo del agua no les sirven los pulmones. Los sapos se las arreglan absorbiendo el oxígeno a través de su piel, en lugar de sus pulmones. Además deben bajar su metabolismo y conformarse con el oxígeno que contiene el agua fría.
Algunos mamíferos, como los osos pardos y varios roedores, entran en un sueño profundo durante el invierno y sufren un cierto descenso de la tasa metabólica, sin embargo, en los días más calurosos pueden despertar y alimentarse; algunas veces las hembras dan a luz durante el invierno.
Los gruesos panículos adiposos y el pelo brillante de los mamíferos o el plumaje protector de las aves son otras tantas formas de adaptación al viento y al frío. Otros animales, entre los que se cuentan algunos pájaros, experimentan un período diario de descenso del metabolismo.
Los osos, aunque famosos por "hibernar", en realidad no lo hacen, se amodorran durante los meses fríos, y las ardillas duermen durante varios días seguidos si la temperatura desciende demasiado, pero esto no se trata de una hibernación, porque la temperatura de sus cuerpos no desciende significativamente y pueden despertar con facilidad.
Los anfibios y los reptiles son animales de sangre fría, de modo que cuando las temperaturas del medio descienden entran en un estado de apatía más que de hibernación verdadera, lo que implica un control de la temperatura corporal.
Algunos insectos secretan una sustancia química orgánica llamada glicerol que actúa como un tipo de anticongelante y les permite tolerar temperaturas inferiores al punto de congelación.
El oso negro americano realiza una hibernación auténtica y pasa siete meses sin comer ningún tipo de alimento.
Ardilla listada: acumula provisiones en otoño y se alimenta de ellas antes de empezar la hibernación, período que dura hasta marzo.
Marmota: la hibernación dura según las condiciones del clima; en Europa, se produce desde octubre hasta abril y poco tiempo después comienza la época reproductora.
El lirón: los lirones como fuente extra de energía, acumulan grasa, con la que hacen frente al invierno durante la hibernación; esta puede durar en algunas especies hasta siete meses. El lirón enano o muscardino común se alimenta sobre todo de frutos, semillas, nueces y yemas de flores. La mayoría de las especies insectívoras adoptan una dieta similar en otoño, reduciendo el aporte de proteínas para ralentizar el metabolismo y facilitar el paso a la hibernación.
Cuando comienzan a bajar las temperaturas, las golondrinas migran hacia el norte de África para pasar allí el invierno. Vuelven en primavera y si encuentran el nido del año anterior vuelven a ocuparlo.
Hace cuarenta años la cigüeña criaba en España y después hacía una migración hacia zonas al sur del Sahara, donde se alimentaba durante el período más hostil. Sin embargo, ha dejado de ser un ave migratoria. La razón es que dispone de abundante comida en los basureros y agua en los regadíos, también durante el período invernal, según SEO/Bird Life.
¿Y LA ESTIVACIÓN?
La estivación es un aletargamiento o inactividad que se produce en algunos animales como respuesta a las altas temperaturas, falta de humedad o sequía y escasez de alimentos. Es un letargo similar a la hibernación, pero inducida por el calor y la sequedad.
Si la causa son las altas temperaturas, el animal se resguarda durante el día y solo sale a alimentarse cuando la temperatura desciende. Por el contrario, cuando está motivada por la sequedad del ambiente o la ausencia de fuentes de agua por la sequía, el proceso es más largo, entrando el animal en un estado de sopor hasta que se restablecen las condiciones necesarias para su supervivencia.
Durante la estivación, los animales generalmente se entierran en madrigueras de barro húmedo con el que se rodean formando como una especie de capullo que les protege de la deshidratación y de las altas temperaturas. Al enterrarse de esta manera crean microambientes muy diferentes del exterior, llegando a no tener variaciones diarias de temperatura. Entre los animales que se entierran encontramos a los peces pulmonados, los anfibios y los reptiles. Otros animales buscan refugio entre la vegetación, como los caracoles, o en guaridas de diferente índole, como anfibios, reptiles e incluso mamíferos.
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Al calor de la música, la segunda:
Al calor de la música, la segunda:
Cécile McLorin Salvant & Jacky Terrasson
Oh my love (John Lennon)
Con el calor de la primavera... la naturaleza resurge y el alimento vuelve a estar disponible.
Los animales que han hibernado durante el invierno vuelven a su estado normal.
Claro, ya está!, la hibernación. Esa es la solución para vivir en mi pueblo, que hace un frío de mil demonios.
ResponderEliminarPrefiero escuchar a Joe Henderson o Terrasson antes que hibernar, pero mejor pensado, por no ver ni escuchar a tanto....hibernaré con el iPod.
ResponderEliminarY lo bien conservados que estáis, ¿qué?
ResponderEliminarEsta noche aquí...tres grados bajo cero.
Mejor los hibernamos, así no los tenemos que ver ni escuchar una temporada.
ResponderEliminarDicen que el abrazo del oso es muy reconfortante...
ResponderEliminarLo de bien conservados, no es por el frío, es por el....formol.
ResponderEliminarBueno solo sé que acaba en "ol", nunca se me dieron bien las ciencias.
ResponderEliminarQuien no tenga al menos algunas nociones de ciencias está dispensado de tener sentido común. He dicho.
ResponderEliminarUfff, menos mal, menudo peso me has quitado de encima...
ResponderEliminarHala! Ahora vuelve a por otra.
ResponderEliminar¡Sin sentido común! Ahora os vais a enterar...
ResponderEliminarYo es que entiendo mucho mejor a los animales ¿irracionales? que a los ¿racionales?. Seguramente es que no estaré lo suficientemente evolucionada.
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