miércoles, 16 de mayo de 2012

SON RISAS








SEÑORÍAS: SE SUSPENDE LA CECIÓN





EL GOFRE DE SU VIDA






¿QUÉ FUE DE LA GUERRA FRÍA?


Sucedió en 1995 en Nueva York. Los presidentes Bill Clinton y Boris Yeltsin tenían una cumbre antes de su aparición en las Naciones Unidas. Ambos líderes estaban tratando de llegar a un acuerdo sobre Bosnia, aunque persistía un fuerte desacuerdo.
Según fuentes cercanas, ese día, Yeltsin (ya conocido por su tendencia a la bebida) se había pulido una botella de vino en el almuerzo e insistió en tomar alguna copa después de la comida. No quería ningún tipo de postre, sino que quería coñac. Más tarde, cuando comparecieron ante la prensa, Yeltsin se lanzó al ataque de un periodista que afirmaba haber predicho que la cumbre con Clinton sobre Bosnia sería todo un desastre.
“Ahora, por primera vez, te puedo decir que tú sí que eres un desastre”, dijo, señalando directamente a la cámara.
Hubo una breve pausa, y luego Clinton se echó a reír a carcajada limpia. ”Sólo asegúrese de obtener el derecho de atribución,” dijo, refiriéndose al periodista. Y siguió riendo a pierna suelta hasta que finalmente Yeltsin se unió al desparpajo.




ENTRE TONO Y POLITONO DE RISAS...
 LA MINISTRA,











8 comentarios:

  1. ¡Ay!
    Gracias, Marian. Me ha venido muy bien esta medicina :)

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  2. La risa (si es verdadera) siempre sienta bien, ¿verdad?, se queda uno como nuevo.

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  3. La risa es lo específicamente humano. ¿Alguien conoce a algún animal que se ría? No vale la hiena, que esa es una risa falsa.
    Muy buenos los vídeos, sobre todo porque transmiten lo ridículo de las situaciones protocolarias y oficiales.

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  4. Has entendido muy bien lo que quería decir sin apenas palabras, lo cual es de agradecer, que a una la entiendan.
    ¿Has visto lo tranquilo y relajado que se ha quedado el paquidermo?, por si acaso se ha puesto el traje de camuflaje.

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  5. Me estaba levantando de mala leche.... y me has alegrado la mañana.
    Gracias

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  6. Me alegro, porque a ver quién aguanta a un gato enfurruñado.

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  7. Y la risa además es contagiosa, un contagio que invita a disfrutar de eso que por unos instantes nos ilumina el alma.

    Saludos.

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