Joshua Reynolds - Miss Bowles, 1775
La Real Academia de Pintura y Escultura francesa se creó en París en 1648 con el fin de educar a los jóvenes artistas. Era una forma de profesionalizar al artista y garantizar la defensa de los altos estándares, así como la elevación de las artes visuales como un fenómeno cultural. Con objetivos similares se fundó en Londres, en 1768, "The Royal Academy of Arts" La Real Academia de las Artes Británica tuvo 40 miembros fundadores. El primer presidente de la Academia de Londres fue Sir Joshua Reynolds. Dos de esos miembros fundadores fueron dos mujeres, las pintoras Angelica Kauffmann y Mary Moser.
En el cuadro de Johann Zoffany "The Academicians of the Royal Academy" (1772), aparecen casi todos los miembros fundadores excepto Angelica Kauffmann y Mary Moser, pero sí están presentes... en sendos cuadros colgados en la pared.
Este hecho ha sido interpretado en numerosas ocasiones como una evidencia de la posición de la mujer a lo largo de la historia de la pintura como "objeto de arte" y no como productora de arte (que en general ha sido así), pero, en este caso, el motivo por el que no aparecen (presencialmente) las dos mujeres fundadoras, ambas muy respetadas por (casi todos) sus colegas, es debido a que la pintura representa a los miembros fundadores rodeando a dos hombres desnudos posando. A las mujeres no se les permitía participar en este tipo de formación académica (tanto si el desnudo era masculino como femenino) Tampoco los académicos masculinos podían estudiar el desnudo femenino (en vivo) en la academia (tenían que hacerlo en privado y por lo general con una prostituta, ya que las mujeres "decentes" no podían posar desnudas -si no querían ver dañada su reputación-), pero sí el masculino.
La única presencia femenina en el cuadro es un torso castoff que aparece tendido en el suelo en primer plano a la derecha. Uno de los académicos, Richard Cosway, que era conocido por no tener demasiado afecto por las mujeres, apoya su bastón en esa escultura.
Unos años más tarde, en 1795, Henry Singleton pintó el cuadro "The Royal Academicians in General Assembly", donde sí aparecen, al fondo (pero muy al fondo), Moser y Kauffmann, detrás del entonces presidente, Benjamin West.
Más de 100 años pasaron después de la muerte de Moser antes de que otra mujer, Laura Knight, fuera admitida, en 1936, como miembro de pleno derecho de la Real Academia de las Artes británica.
Autorretrato
Maria Anna Angelica Katharina Kauffmann nació en Chur, Cantón de los Grisones, Suiza, el 30 de octubre de 1741.
Su estilo delicado y sentimental se hizo muy popular a finales del siglo XVIII.
No
Permanecer y transcurrir
no es perdurar
no es existir
no es existir
ni honrar la vida
Hay tantas maneras de no ser
tanta conciencia sin saber
adormecida
Merecer la vida no es callar ni consentir
tantas injusticias repetidas
Es una virtud
es dignidad
es dignidad
Y es la actitud de identidad
más definida
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir
honrar la vida
No
Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
honrar la vida
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad
enceguecida
Merecer la vida es erguirse vertical
más allá del mal
de las caídas
de las caídas
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir
Porque no es lo mismo que vivir
Honrar la vida
Letra y música: Eladia Blázquez
Qué cosas, oiga!
ResponderEliminarCertera descripción del papel de la mujer en el arte de aquellas épocas.
El tipo del bastón (el académico Richard Cosway) resulta hoy absolutamente ridículo.
Quien dijo que las féminas so saben pintar?
ResponderEliminarY si alguien lo dijo, mejor que se esconda.
ResponderEliminarMarian, que es aficionada a la pintura, seguro que nos trae algún día parte del elenco de grandes pintoras, aunque va a necesitar varios posts.
En ello estoy, a ratos. ¿Varios post?, casi necesitaría un blog en exclusiva. Pero intento no hacer una discrimación positiva, sino integrarlas en lo que debería haber sido la normalidad, cosa que a veces no resulta fácil. Ha habido muchas mujeres pintoras a lo largo de la historia, muchísimas, más de lo que pueda parecer, pero la mayoría no son conocidas.
ResponderEliminarEl tipo del bastón resulta ridículo, es verdad, pero no creas, todavía quedan algunos rezagados. Más en algunos países.
ResponderEliminarDesasnado es poco. Gran aporte el tuyo, Marian, en sacar a la luz a estas enormes pintoras y en echar luz sobre mi enorme desconocimiento. Es más, ni imaginaba la existencia de estas artistas... ¿Cómo no pude siquiera sospecharlas entre tantos pinceles varones?
ResponderEliminarPor favor, lo más pronto posible danos ese post que asoma entre los comentarios.
Todavía lo tengo todo hilvanado (que yo también necesito inspiración, eh:) Y, sobre todo... tiempo.
ResponderEliminarEl tiempo va entonces en tu exilio. Ése post es necesario.
ResponderEliminarAuxilio pretendió decir.
ResponderEliminarPor cierto, quedé tan encantado con esta entrada que pasé por alto el aporte de la gran Eladia en la voz de La Negra... Que de grandes mujeres se trata esto, no?
ResponderEliminarAy, esos lapsus.
ResponderEliminarNo, no ha sido por esa asociación, ha sido por el tema de Eladia Blázquez y por la voz (en el más amplio sentido de la palabra) de Mercedes Sosa. Que sean mujeres ha sido una coincidencia.
( Pues me había gustado lo del "exilio":)
Por cierto, Mercedes Sosa, de argentina nada, eh, es mundial:)
ResponderEliminarAbsolutamente.
ResponderEliminarLa Negra es de las que trascienden fronteras. E integran.
ResponderEliminarEso: "es" Porque sigue siendo.
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