Con el cantante de los Pekenikes, que no solían cantar.
Sir Paul tocando el ukelele, como procede en un concierto homenaje a George Harrison. Harrison solía llevar en sus últimos tiempos dos ukeleles: uno para él y otro para préstarselo al amigo que estuviese con él en un momento determinado y poder tocar juntos en cualquier parte.
Mister Melody. Si habrá musicalizado momentos inolvidables de mi adolescencia...
ResponderEliminar¡Coño, los Brincos!
ResponderEliminarCon el cantante de los Pekenikes, que no solían cantar.
ResponderEliminarSir Paul tocando el ukelele, como procede en un concierto homenaje a George Harrison. Harrison solía llevar en sus últimos tiempos dos ukeleles: uno para él y otro para préstarselo al amigo que estuviese con él en un momento determinado y poder tocar juntos en cualquier parte.
Esa "Ébano y marfil" es realmente una buena canción, muy al estilo de Stevie Wonder, aunque un tanto acaramelada. El caramelo lo pone Sir Paul.
ResponderEliminarLos Beatles, de la mía también, Carlos. No conocía ese apodo de Paul.
ResponderEliminarSabía que ibas a brincar de alegría, Gatopardo. No puedes disimular el entusiasmo que te provoca.
ResponderEliminarPues no sabía lo del ukelele de Harrison, Charlie. Lo que hubieseis gozado los dos juntos.
ResponderEliminarEh, un caramelo de vez en cuando no hace daño...
ResponderEliminarNo, si he saltado de alegría por........¡el ukelele!
ResponderEliminarJamás creeré que no te gustan los Beatles (musicalmente).
ResponderEliminarHace años, vaya. En la actualidad me aburren soporíferamente.
ResponderEliminarMe quedo más tranquila:)
ResponderEliminarTocar el ukelele con el bueno de Harrison sería lo más.
ResponderEliminarDesde luego.
ResponderEliminarTengo que decir que es el Beatle que mejor me ha caído siempre.
Y a a mí.........tampoco.
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