martes, 19 de febrero de 2013

CHANTAJISTAS EMOCIONALES




Lobos con piel de cordero

* * *
"como no me des un beso... no te voy a querer más" 
 Detrás de esta frase que se les dice a veces a los niños... hay un chantajista emocional. 




El chantaje emocional es un tipo de maltrato psicológico muy frecuente en las relaciones humanas, persigue, a veces de forma inconsciente, presionar al otro para que sienta, piense, diga o actúe como el chantajista quiere, de manera que, de no hacerlo así, estaríamos traicionándole. 


El chantajista desea que los demás se comporten a su antojo y, cuando no lo hacen, actúa como si fuera la víctima, la persona más sola del mundo o a la que nadie quiere, cuando su comportamiento persigue un único fin: mantenernos pendientes de sus sentimientos y deseos, 

explica el psicopedagogo Bernabé Tierno.

¿Tu pareja, tu amiga, tu suegra o tu hijo parece encantador y sufrido, pero detrás de su fachada de amabilidad y cercanía, suele esconderse una persona manipuladora y amenazadora?. 

¿Cuando se sale con la suya, te premia con una reconfortante intimidad, se convierte en el encanto personificado pero si no consigue que te rindas a sus deseos e imposiciones, entonces recurre a sus tácticas de castigo haciéndose la víctima para que te compadezcas y hacerte sentir culpable de su sufrimiento?.

Si tu respuesta fue sí, estás junto a un chantajista emocional.

Si accedes a sus deseos, generalmente en perjuicio de los tuyos, esa persona te premia con afecto y atención, pero si no accedes, te castiga psicológica y emocionalmente. En casos graves puede llegar al acoso y a la agresión física si no logra sus objetivos, por lo que cuando el acoso y el abuso sean permanentes es aconsejable dar el paso de denunciarle, pues detrás de un maltratador psicológico suele esconderse un maltratador físico.

Otra característica del chantajista emocional es su cinismo, con él intenta manipular a los demás. Los chantajistas emocionales son expertos en el arte de la manipulación y utilizan buena parte de su tiempo en maquinar sus abusos. 

Cada vez que renunciamos a lo que queremos para satisfacerlos y evitar sus rabietas, cada vez que cedemos a su chantaje, crece nuestro malestar y baja nuestra autoestima.

Para escapar de la manipulación de los chantajistas emocionales y no volver a caer en sus trampas ni ceder a sus amenazas, se deben entender sus artimañas y enfrentarse a ellas.
Lo primero que hay que comprender es que, sus tácticas manipuladoras funcionan solamente si se les permite, es decir, sin víctima no hay chantajista emocional.

No cedas ante sus demandas. Al rendirte por temor a sus rabietas, ceder ante sus puestas en escena de "dar pena", enseñas al chantajista a manipularte. Tu sometimiento le recompensa y cada vez que lo gratificas con una acción determinada, le haces saber que puede repetirla. 

Cuando un chantajista emocional aumenta la presión para doblegarte, no debes doblegarte bajo ningún concepto, ya sea te digan cosas hirientes o lloren, para conseguir hacerte sentir culpable. 


EL CHANTAJISTA - LA CHANTAJISTA
EL ABUSADOR - LA ABUSADORA


 



Son personas controladoras y  tienen baja capacidad para gestionar su propias emociones y frustraciones. Pueden llegar a tener creencias sobrevaloradas. 
Si hay una manera de identificar a un potencial abusador emocional, es mediante ciertas características comunes que suelen repetirse, invariablemente.

Al principio, se muestran como personas sumamente amables y serviciales (ellos son “muy” buenos), suelen ayudar, dan la sensación de que jamás serían capaces de causarle daño a una persona, se presentan como personas muy generosas (con su tiempo, con su dinero, con su paciencia o tolerancia), se ofrecen para ayudar a los demás, se muestran como personas abiertas a cualquier sugerencia o decisión. En resumen, nos hacen sentir muy a gusto y sentimos que no hay nada que temer junto a este tipo de personas que son tan amables y bien dispuestas. Tener dos caras es una de las características más notorias de un abusador emocional. Muestra su cara bondadosa, a la vez que esconde hábilmente su verdadera cara. Generalmente son amables y encantadores con la mayoría de las personas, excepto con quienes no le siguen la corriente. 

Luego comienzan a aparecer algunos indicios de “lástima” Pueden aparecer situaciones o historias pasadas o presentes, donde el abusador -por haber sido siempre una persona tan buena y amable- cree ser traicionado por alguien egoísta o perverso, un amigo o un familiar en quien el abusador confió de buena fe. Aquí, el abusador, que normalmente ya ha plantado una imagen de excelente persona en nuestra mente, se las ingenia para relatar algún hecho, veladamente, de modo que él quede como la víctima de un daño o una estafa, etc.  Esto destaca dos características importantes del abusador: Tergiversa los hechos para quedar como una víctima, y le echa la culpa a los demás por problemas que él mismo generó con anterioridad. Cuando no se salen con la suya, siembran cizaña y suscitan sospechas, dividen para reinar mejor.

Al poco tiempo de conocerte,  se abren a ti profundamente, contándote sus dramas más personales de forma repetitiva. 

Su mensaje oculto es: siente pena por mí.  

Los chantajistas emocionales son víctimas constantes. Su vida es un continuo drama. Son derrotistas, negativos, extremos, teatreros y desgraciados. Tratan de generar constantemente una sensación de lástima y desvalidez para captar la atención de los demás. Tienes que darles ánimo constantemente (pierdes tu energía). 

Son personas que generalmente usan monólogos para comunicarse (escuchan más bien poco) y son autorreferenciales en todo momento, es decir, permanentemente se ponen como referencia en todo. Demandan una atención constante, desean ser el centro del espectáculo pero asumen técnicas manipuladoras muy sutiles, normalmente asumiendo el rol de enfermos o de personas sufridas. Desde estas actitudes aparentemente desinteresadas y lastimosas, el manipulador va creando su tela de araña donde caen todas las personas de "buen corazón"; de hecho, habría que tener muy "malos sentimientos" para no sucumbir ante los reclamos (que nunca son reclamos en toda regla, sino encubiertos). 

Otra de las características importantes del abusador emocional es su habilidad para hacer sentir culpable a los demás, si se apartan o toman distancia. “Cuando hay problemas, siempre te apartas”, “Cuando necesito que me ayuden, me dan la espalda”, etc.  Si esto lo dijera una persona normalmente saludable, podría entenderse como que esa persona es una verdadera víctima y sus amigos son malvados y egoístas. La realidad es que esto se trata de una maniobra psicológica para manipular a los demás, con el fin de conseguir lo que se quiere. El abusador no tolera que la gente no se someta a sus caprichos, de modo que siempre estará reclamando “ayuda”, pero no en el sentido de una verdadera ayuda, sino en el sentido de consentir sus caprichos y deseos, sometiéndose a su voluntad. La manera de actuar del abusador, a través de la manipulación de la culpa, es característica de este tipo de personas. Obligan a los demás a continuar manteniendo un vínculo enfermizo con ellos, a través de una culpa inducida, paulatinamente… (Si dejas de hablarme, eres una mala persona y no deseas ayudarme). 

Altamente egoístas, lo único que verdaderamente les importa es lograr su propósito. En su egoísmo, no dudan en sacrificar hasta el bienestar de todos quienes les rodean, con tal de conseguir lo que quieren.  Con el tiempo, cuando sus deseos no se concretan, se frustran fácilmente y suelen empezar a mostrar su verdadera cara. Siempre que se enfaden, culparán a otros de sus problemas. Si las frustraciones no son subsanadas, los problemas continuarán y la ira aumentará con el tiempo, hasta desatarse un verdadero infierno. Los abusadores emocionales esperan que todos corran a resolverles sus problemas, son personas muy inmaduras que no se hacen cargo de sus estallidos emocionales y esperan que los demás los comprendan, los toleren y -eventualmente- los perdonen siempre.

Otra de las características principales es la repetición de los ciclos de abuso emocional. En un ciclo de abuso, primero hay una etapa en que se acumulan tensiones, otra etapa en que se produce un estallido para liberar esas tensiones y se cometen todo tipo de abusos (verbales, físicos, intentos de suicidio o incluso, intentos de matar o dañar a otras personas), y luego -una vez liberadas las tensiones- viene la última etapa, en la que se pide perdón, se hacen todo tipo de promesas (cambiaré, haré un tratamiento, etc.), para luego de cierto tiempo, comenzar el ciclo otra vez.  Es importante destacar que cualquier promesa de cambio o tratamiento que prometa hacer el abusador será solo una maniobra más para aplacar los ánimos.

Para resumir: los abusadores suelen hacer un “trabajo fino”, mostrándose como personas idealmente amables, serviciales y protectoras. Si mostraran su verdadera cara, desde el comienzo, las personas sanas se apartarían de ellos. Luego empiezan a mostrar signos de “victimización”, relatando situaciones presentes o pasadas, donde la culpa nunca es de ellos, sino de otras personas. Finalmente, entran en la fase de la exigencia, mostrando estallidos de agresión cuando sus deseos no son satisfechos. Evite llegar a esta instancia, y preste mucha atención a la segunda etapa, cuando relatan situaciones donde siempre son “víctimas” y nunca tienen la culpa de nada.


Mantente firme cuando te amenace con todo tipo de catástrofes, ante estas amenazas debes responder al chantajista:

"Es tu elección, espero que no sea así, ya he tomado una decisión".

Lo que hay que entender es que los chantajistas emocionales son abusones, y si se cede ante ellos, eso es lo que harán: abusar de ti

El abuso emocional es una forma de violencia y agresión.

 Aprender a poner límites


NO
por Hugo Finkelstein

No es No
y hay una sola manera de decirlo: No.

Sin admiración ni interrogantes, ni puntos suspensivos.

No, se dice de una sola manera.

Es corto, rápido, monocorde, sólido y escueto.
No.

Se dice de una sola vez.
No.

Con la misma entonación.
No.

Como un disco rayado.
No.

Un No que necesita de una larga caminata o
una reflexión en el jardín, no es No.

Un No que necesita explicaciones y justificaciones
no es No.

No, tiene la brevedad de un segundo.

Es un No para el otro porque ya fue para uno mismo.

No es No, aquí y muy lejos de aquí.

No, no deja puertas abiertas ni entrampa con esperanzas,
ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.

No, es el último acto de dignidad.

No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni segundas partes. No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos devueltos; ni con pena y menos aún con satisfacción.

No es no, porque es No.

Cuando el No es No, se mira a los ojos y el No se descolgará naturalmente de los labios.

La voz del No, no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.

Ese No, no es una negación del pasado,
es una corrección del futuro.

Y solo quien sabe decir No,
Puede decir Sí. 

abuso-emocional.blogspot.com




7 comentarios:

  1. "El chantajista desea que los demás se comporten a su antojo y, cuando no lo hacen, actúa como si fuera la víctima, la persona más sola del mundo o a la que nadie quiere, cuando su comportamiento persigue un único fin: mantenernos pendientes de sus sentimientos y deseos".

    Sabio, Bernabé Tierno.

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  2. Yo es que no soporto ningún tipo de acoso ni abuso, hacia mí y hacia cualquiera.

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  3. Vales, pues O.K., que quiere decir "0 killed" ("cero muertos").
    No me hagáis caso, que hay muchas teorías sobre el origen de la expresión.

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  4. De la Guerra de Secesión americana, creo.

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