.
Aunque quizá no sean esas bestias infernales chupadoras de sangre que todos conocemos.
A este tipo de personas se les denomina: “vampiros psíquicos” o "depredadores emocionales". Son personas que privan a otros de su energía vital, pudiendo ser halladas, sin excepción, en todos y cada uno de los estratos sociales. Esencialmente son parásitos que roban la energía a aquellos que tienen la desgracia de cruzarse en su camino, y suelen hacerlo de manera sutil y perfectamente organizada.
En todo grupo humano es de esperar que nos encontremos con manipuladores, narcisistas, autoritarios, chismosos, psicópatas, envidiosos, etc. Nadie está libre de personas con alguna de estas características.
Incluso nosotros, en algún momento de nuestras vidas, podemos convertirnos en personas con alguna de estas características, consciente o inconscientemente, desarrollando actitudes molestas para los demás.
La verdad es que hay gente que nos complica la existencia.
No es sencillo interactuar con personas de esas características, especialmente cuando nos han enseñado que debemos ser tolerantes, "ser buenos con todo el mundo", que tenemos que aprender a callar y otras ideas similares.
No son intrínsecamente malos, pero su inmadurez les permite operar sin pensar si sus actos son buenos o malos.
A pesar de los disfraces y máscaras tras los que se ocultan, los vampiros psíquicos son típicamente inseguros y vulnerables. No suelen tomar conciencia de ellos mismos, pero son rápidos a la hora de emitir juicios sobre la gente que los rodea. Pese a estar totalmente centrados en ellos mismos, a menudo se quejan de que el mundo es injusto con ellos. Sus relaciones personales son típicamente inestables. Puede decirse que muchas de estas personas presentan trastornos de la personalidad, con síntomas tales como inseguridad emocional, dificultad para controlar la ira, baja autoestima, sentimientos de hostilidad reprimidos que estallan esporádicamente.
Una vez que se han dado cuenta de sus tendencias “vampíricas”, muchos vampiros psíquicos las racionalizan como una forma aceptable de satisfacer sus necesidades energéticas y, por consiguiente, planean sus encuentros absorbentes de energía como cualquier otro evento social.
Estos individuos realmente no sirven para nada útil en nuestras vidas, ni siquiera en las suyas mismas, ya que necesitan de la captación de nuevas víctimas para dar un tono de color a sus ya de por sí, tristes y grises vidas. Sin embargo, y sin saber por qué, nos sentimos inexplicablemente responsables de ellos.
Su habilidad para drenar la energía vital de la persona que hayan tomado por víctima radica en el nivel de atención prestado por ésta. Cuanto mayor es la atención de la víctima para con el vampiro psíquico, mayor es la cantidad de energía que éste podrá succionar, ya sea en un único encuentro o en una consecución de ellos. Especialistas en el chantaje emocional, son capaces de inventar cualquier historia si no se sienten suficientemente atendidos, historias que buscan la compasión en los demás.
El sólo hecho de que un vampiro psíquico escoja a una persona feliz para hacerla su víctima demuestra que a él le faltan todas y cada una de las cualidades y calidades que esa otra persona tiene. Por lo general son personas de mediocre existencia, sin amigos de verdad (aunque para conseguir y conservar amigos, uno debe estar dispuesto a dar algo de sí mismo, cosa que el vampiro psíquico es incapaz de hacer) y sin interés aparente por la vida.
Os hará creer que verdaderamente eres es una persona especial y sobresaliente sobre todo el género humano. No sabe cuánta razón hay en esta afirmación, porque realmente, tú eres sumamente importante para él, ya que tú bajarás un nivel en la cadena trófica y pasarás a ser su alimento.
Vampiro psíquico es un genérico que engloba dentro de sí hasta diez subtipos diferentes. Aunque probablemente exista alguno más. Estos perfiles pueden darse puros en los individuos o mezclados en una única figura que, por reunir más características que otras, será más terrible aún.
Los vampiros psíquicos presentan una gran variedad de rasgos personales y de patrones de comportamiento. Muchos de ellos adoptan el estereotipo bien conocido de “mosquita muerta” o comportarse de manera halagüeña. A menudo no tienen ningún escrúpulo y se valen de cualquier medio para lograr sus fines. Pueden parecer pasivos y reservados, compasivos, tiernos, ocultando cualquier inclinación al vampirismo, pero cuando la ocasión lo requiere, pueden ser muy agresivos e incluso intimidatorios; pueden valerse de la vulnerabilidad de la otra persona, esperando el momento oportuno para golpear o bien pueden manipular a la víctima elegida.
Son manipuladores y se hacen las víctimas frente a un montón de conflictos reales o ficticios, e intentan que les ayudes a resolverlos, que les des consejos o que les resuelvas la papeleta; esto lo hacen también para ser el centro de atención, pues suelen ser egoístas e inseguros. Más adelante, cuando te tengan a su merced, te manipularán para quitarte tu tiempo y que estés pendiente de ellos todo el día.
Cuando intentas hablar de emociones con ellos tienes una sensación como "de vacío". Aunque socialmente parezcan encantadores, o por lo menos educados, si los sacas de los tópicos no saben hablar de sentimientos positivos.
Se sienten incómodos en todo tipo de relaciones, así que proyectan en los otros esa inseguridad y la compensan intentando hacer ver que sólo ellos son los que tienen la verdad.
Muestran intolerancia, dogmatismo y un estilo de poder despótico, crítica destructiva e incluso agresividad física y verbal cuando su posición parece verse amenazada. Y también un deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la situación no se les escape de su control.
La inseguridad les lleva a ser muy temerosos en sus relaciones sociales, no pudiendo permanecer largo tiempo en un lugar. Tienen un miedo atroz a la evaluación y se ponen nerviosísimos cuando se encuentran en un medio social amplio, después evitan activamente estas situaciones y para justificarse se cabrean por cualquier cosa. Asimismo son celosos y terriblemente envidiosos.
TIPOS DE VAMPIROS EMOCIONALES
*
ANTISOCIALES
" Truhanes Adorables "
Los vampiros Antisociales son adictos a la EXCITACIÓN. Lo único que buscan en la vida es pasárselo bien , un poco de acción y una gratificación inmediata de todos sus deseos.
Los Intrépidos: son fantásticos para detectar a personas a las que les vendría bien un poco de DIVERSIÓN. Llevan a la práctica la "fantasía adolescente".
Las pataletas de los intrépidos: varían de la ira encendida a la fría indiferencia.
Los Engañosos : no es que se dediquen a mentir por amor al arte, sino que desean tanto las cosas que quieren que no les importa MENTIR para obtenerlas.
Vosotros lo tenéis, ellos lo quieren, y mentirán, engañarán o robarán satisfechos para conseguirlo.
- Son capaces de inventarse para ellos distintas personalidades para cautivar, acomodan sus gustos a los de su potencial víctima para ganársela.
Sobreactúan e invierten tiempo y esfuerzo en encontrar un pretendido culpable a la situación que ellos mismos han creado. Lejos de llorar por los rincones atacan una y otra vez a todo cuanto se les cruza y culpabilizan a su presa de todo cuanto acontece. Ahí se crecen y de ello se nutren. Suelen ser verbalmente agresivos y abusivos.
Sobreactúan e invierten tiempo y esfuerzo en encontrar un pretendido culpable a la situación que ellos mismos han creado. Lejos de llorar por los rincones atacan una y otra vez a todo cuanto se les cruza y culpabilizan a su presa de todo cuanto acontece. Ahí se crecen y de ello se nutren. Suelen ser verbalmente agresivos y abusivos.
Los Bravucones: están enganchados a la emoción. La droga de su elección es la FURIA. La ira los transporta a una realidad alternativa simple y violenta, en la que sobrevive el más fuerte.
En sus mentes, los fuertes son ellos. Les gusta el poder, pero no lo entienden. Ninguna cantidad de poder real puede compararse a la emoción bruta de la confrontación y del dulce e intenso olor del miedo.
*
HISTRIÓNICOS
" El mundo del Espectáculo "
Los vampiros Histriónicos viven para conseguir atención y aprobación. Todo lo que veis no es más que un espectáculo y bajo ningún concepto es lo que recibiréis.
Son expertos en ocultar sus propias motivaciones. Creen que jamás hacen algo inaceptable, como cometer errores o albergar malos pensamientos hacia alguien. Sólo son personas agradables que quieren ayudar. Si cuestionáis eso, lo más probable es que sufráis. Es asombroso el daño que pueden causar las personas agradables.
Lo que hay que entender es que su conducta va dirigida a engañarse a sí mismos más que a engañaros a vosotros.
Los Actorcetes: harán cualquier cosa por llamar la ATENCIÓN. Tratan de conseguir la máxima atención posible, y poco les importa que sea positiva o negativa. Hacer que se fijen en uno es un deporte competitivo, y los vampiros actorcetes son los verdaderos profesionales. Algunos han descubierto que si son lo bastante descarados pueden obtener el doble de atención, tanto de la gente que los odia como de la que los adora.
Si los criticáis u olvidáis los halagos , sufriréis sus pataletas. Emplean los exabruptos tanto como armas y amenazas, o simplemente como expresiones de exuberancia general. Sin embargo, las lágrimas son su especialidad.
Los Pasivo-Agresivos : anhelan la APROBACIÓN. Siempre están haciendo lo que se supone que deben hacer, pensando lo que se supone que tienen que pensar y sintiendo lo que se supone que deben sentir.
Puede que os preguntéis cómo unas personas tan agradables pueden crearle problemas a alguien. Se han creado un papel para sí mismos. En sus mentes son buenos niños: ansiosos por complacer y siempre dispuestos a hacer más de lo que les corresponde. Sencillamente, no ven nada en sí mismos que consideren inapropiado o que no se pueda amar. Eso es lo que los hace peligrosos.
Sufren rabietas apasionadas. Cuando están molestos con vosotros, lo demuestran poniéndose enfermos, malinterpretando vuestras instrucciones o hablando de vosotros con otra persona. Si os enfadáis os consideran alguien que abusa y se considerarán justificados a emprender una acción de represalia.
Pueden identificarse por su continua propensión al lloriqueo a dar pena. Estos indeseables arguyen su falta de poder o capacidades para enfrentarse a los problemas que el día a día tiene reservados para su persona. Creen que el mundo está en contra de ellos y no dejarán de repetir amargamente esta cantinela a su víctima selecta. Sus quejas sobre todo y sobre todos, son su baza fundamental. Siempre encontrarán a alguien a quien culpar antes que asumir su parte en la culpa.
Tampoco faltarán los suspiros, chasquidos, llantos y relatos de dramas y crisis punzantes, de este modo atraen simpatía llevando la energía hacia ellos y con el objetivo de seducir, mediante la pena y compasión. Sin embargo, cuando se les ofrecen alternativas de mejora a su situación o algún tipo de solución para la misma, la desatenderán, excusarán y expondrán toda una serie de argumentos para su descarte, que, irán en detrimento de la víctima y en provecho suyo.
Característico de estos sujetos es cosificarse a sí mismos, apareciendo como objetos o muñecos rotos que se indignarán y quejarán amargamente cuando se les trate como a tales, acusando a su presa de una presunta minusvalorización.
Seducen inicialmente por su vulnerabilidad y su necesidad de ayuda.
NARCISISTAS
" Egos grandes, todo lo demás pequeño"
Lo que quieren los vampiros narcisitas es vivir sus fantasías GRANDIOSAS de ser las personas más inteligentes, con más talento y las mejores del mundo. No radica tanto en que se consideren a sí mismo mejores que otros, sino que no piensan nada en los demás. Sin importar lo que digan, rara vez hacen algo que no sea por motivos egoístas.
Leyendas: los narcisistas que no pueden convertir sus grandiosos éxitos en realidad, pueden convertir su realidad en sueño. Llegan a ser leyendas ante sus propios ojos. Pueden confundir entre lo que no les gusta y lo que no es importante. Crean REALIDADES ALTERNATIVAS que apartan a la gente poderosa y atraen a los débiles. Son desconsiderados. Son famosos por comenzar proyectos que nunca terminan, porque nunca completan las partes difíciles. La causa por la que no triunfan es porque no pueden hacer cosas que no quieren.
Han desarrollado una forma de explosión emocional manipuladora completamente suya. Llámese rabieta de culpabilidad. Cuando notan que están en un gran apuro, pueden prorrumpir en un torrente de autorreproche.
La falsa independencia de la que hacen gala, así como el glamour de lobo solitario que desprenden, hace que más de cuatro acudan en su ayuda. Estos individuos consideran que su problema radica en la falta de algo no definido y que por tanto no se puede obtener.
Estrellas : creen en lo más profundo de su alma, que son las personas más IMPORTANTES de la Tierra. Si deseáis decirles que no son tan grandes como se creen, marcharos rápidamente porque os destruirán.
Estos narcisistas saben cómo trabajar y cómo vender. Cada uno de ellos tiene una colección de trofeos. El lugar más peligroso en el que os podéis encontrar es entre un narcisista y su próximo trofeo.
No entréis en su mundo a menos que sepáis salir de él. Existe el peligro que os volváis como ellos. Muchos se han perdido.
Cuando creen que alguien les hace la vida difícil tienen rabietas. Castigan con severidad los pequeños fallos. No ignoréis sus rabietas: destruyen la moral.
También tienen otro tipo de rabietas más calmadas, pero mucho más destructivas por su crueldad.
De natural egocéntricos, estos personajes siempre pretenderán ocupar la escena, de hecho creen o se saben centro de atención, lo que les llevará a dar órdenes a cuantos le rodeen, mostrando un carácter autoritario. No debemos olvidar que la violencia no sólo es ejercida con la fuerza o con las armas, la violencia puede expresarse de múltiples maneras, por ejemplo de forma verbal o gestual.
Identificables por estar continuamente hablando y de sí mismos. Nada hay en el mundo que no sean ellos mismos y nada ha habido antes, ni habrá después de su existencia mundana.
Tardan dos horas en contar que cambiaron la rueda del coche, o interrumpen un evento familiar para narrarle la intensa conversación que mantuvo con fulanito, o le recitan la agenda de actividades que tienen para ese día. Están conectados sólo con lo que les pasa a ellos, son incapaces de escuchar (sólo oyen) y usan a sus seres queridos como espectadores de sus eternos monólogos.
Son aquellos que cuando se les comenta cualquier situación adversa ellos siempre han pasado por algo peor, o que cuando se les informa de algún tipo de situación favorable, ellos siempre han tenido una mejor. Ante cualquier manifestación, lo que ellos sienten o han experimentado, es mejor o más grande. Sus televisores siempre son más grandes y baratos que el nuestro. La muerte de uno de nuestros progenitores puede llegar a verse eclipsada por el extravío de un simple bolígrafo. Especialistas en echar por tierra las aspiraciones o planes, si alguien desea comprar una casa, le recuerdan que tardará años en pagar un préstamo; si es un viaje, son los encargados de recordar que las últimas vacaciones fueron un desastre.
.
OBSESIVOS-COMPULSIVOS
.
" Castigo: donde el bien y el mal se encuentran"
Los Obsesivos-Compulsivos son adictos a la SEGURIDAD, creen que pueden conseguir mediante una atención escrupulosa al detalle y al control completo sobre "todo". No disfrutan haciendo daño a los demás, pero lo harán si vuestros actos amenazan su sentido del control.
Están obsesionados por el control.
Parecen muy suaves. Os cautivan con sus habilidades y credibilidad. Sólo cuando cometáis un error os dais cuenta de lo viciosos que pueden llegar a ser. Os consumen al negaros su aprobación, sustituyéndola por pequeñas críticas y comentarios fuera de lugar acerca del error de vuestras acciones. No importa lo duro que hayáis trabajado o del cuidado que hayáis tenido en seguir las reglas, no será suficiente. Llevan consigo una gran cantidad de resentimiento.
Tratan de hipnotizaros de que su furia es loable, ya que está al servicio de la bondad y la luz. No os dejéis engañar, bajo todo ello los Obsesivos-Compulsivos son abusones.
.
Perfeccionistas: tratan de CONTROLAR vuestras acciones, lo que hacéis y cómo lo hacéis. El perfeccionismo es un vicio enmascarado de virtud. Ellos no tienen ni idea del dolor que suponen para la gente que les rodea. No es que no se preocupen por lo que sienten los demás : simplemente se distraen tras los pequeños detalles.
Los Perfeccionistas normalmente cumplen las reglas, les guste o no. Son fáciles de reconocer: no pasa mucho tiempo sin sentirse ofendidos por algo.
El diabolismo propio de este tipo de vampiros psíquicos radica en no dejar de cuestionar cada actuación, exposición o motivación de los que han elegido como sus objetivos. Siempre se muestran como críticos hostiles buscando con ello que su presa acabe por sentirse mal, en tal manera que llegan a la desesperación más absoluta. Consiguen que el objeto de su deseo caiga en esta espiral atacando sus errores puntuales en lugar de mejorarlos. La presa, cuando invierte sus esfuerzos en justificarse, mostrar su valía y restar hierro al asunto, acrecienta de una forma desmesurada los ataques vampirizantes de este lóbrego ser, que vienen renovados en su poderío por la vulnerabilidad de la víctima, porque obscenamente manipuladores, emplearán cualquier tipo de argumento en contra de quien lo profiera. Son vigilantes celosos y tienden a identificarse como escépticos aunque sus comportamientos tengan que ver más con el cinismo. Cuentan verdad, para a continuación meter seis medias docenas de mentiras.
Puritanos: tratan de CONTROLAR vuestra alma. Pretender hacer el mundo seguro a través de la verdad, la justicia y el amor y utilizan la censura, el castigo y la crueldad. Son una mezcla de contradicciones. Convierten vuestra vida en un infierno con la intención de llevaros al cielo.
Se reconocen porque se os acercaran y os dirán algo de lo que estáis haciendo está mal.
Se reconocen porque se os acercaran y os dirán algo de lo que estáis haciendo está mal.
Tanto los Perfeccionistas como los Puritanos disfrutan en secreto cuando causan pesar, porque se han hipnotizado a sí mismos y creen que lo que hacen es por vuestro propio bien.
Sus rabietas son sutiles: suspiros y bufidos desdeñosos. Las únicas armas que tienen estos vampiros son los ataques verbales contra la percepción de vosotros mismos como personas morales y efectivas.
Recordad que las palabras siguen siendo sólo palabras.
.
PARANOICOS
Su objetivo es conocer la VERDAD y desterrar toda ambigüedad de sus vidas.
Estos vampiros miran debajo de la superficie de las cosas en busca de significados ocultos y realidades más profundas.
Los paranoicos creen en lo que dicen. Si tenéis algo que ocultar, un vampiro paranoico lo encontrará. La única protección que tenéis es manifestar la verdad clara y sin adornos. Pueden rasgar un corazón y romperlo en pedazos, sobre todo cuando pertenece a alguien cercano a ellos, cuyo único crimen es ser humano. Muy raramente perdonan.
Os protegerán, mimarán y hasta pueden iluminar vuestras vidas. Todo lo que desean a cambio es una lealtad absoluta.
Cuando la gente se acopla, ellos son felices, amorosos y generosos. La existencia paranoica es una traición imaginada detrás de otra. Si perciben traición, atacarán con tanta rapidez que nunca sabréis qué os dio y por qué.
Visionarios: no dejéis que la fuerza de su convicción para persuadir pueda ignorar los hechos. Buena parte de las ideas que se oyen a diario son producto del pensamiento paranoico. Algunas IDEAS paranoicas son novedosas, útiles y rentables. El truco está en ver la diferencia.
Monstruos de Ojos verdes: la LEALTAD lo es todo para ellos, tan importante, que simplemente no pueden aceptarla sobre la base de la fe. La hurgan, pinchan y a menudo la cuestionan a muerte. Dan lugar a los celos paranoicos.
Cuando las rabietas de los paranoicos comienzan, por lo general duran toda la noche: lágrimas, explicaciones, sermones, razonamientos enmarañados, preguntas celosas, angustias exhibicionistas...
Dan la impresión de tener una vida que oscila de lo bueno a lo malo sin pasar por lo regular. Todo lo que acontece en sus vidas es o muy bueno o muy malo.
Subidos en una especie de caótica montaña rusa son drenados por lo cambiante de las situaciones, que van desde el éxtasis y felicidad más absoluta a la desgracia más inenarrable.
*
Inmaduros, infantiles, seductores y embaucadores... Están en la calle y forman parte de tu entorno; pero debes tener mucho cuidado, porque te van robando la energía hasta dejarte vacío.
Es tu jefe que da discursos sobre la formación y el pensamiento positivo, pero que después amenaza con despedir a sus empleados por errores insignificantes; es tu pariente, que es el más inteligente, pero que es incapaz de mantener un trabajo, o es tu propia pareja, cariñosa un día y al siguiente fría y distante.
Ven el mundo de forma diferente a la generalidad. Sus percepciones están distorsionadas por sus anhelos de objetivos inmaduros e inalcanzables. Necesitan la atención completa y exclusiva de todo el mundo.
El error más peligroso que puedes cometer es pensar que estos “vampiros” son personas corrientes. Ellos se rigen por otras reglas sociales completamente diferentes a las que tú has seguido desde la infancia de manera automática. Es importante que las conozcas para que no te engañen.
Sus reglas son las siguientes: los demás están para satisfacer sus necesidades; su idea de justicia es obtener lo que quieren y cuando lo quieren; en las relaciones interpersonales “los vampiros” reciben, pero nunca dan; ellos nunca cometen errores, nunca se equivocan y sus motivos son siempre puros, nunca es culpa de ellos, por tanto nunca asumen la responsabilidad de su propia conducta.
Son personas que sólo actúan y se relacionan para apoderarse de sus presas y de su poder en el entorno en el que se desarrollan.
¿Y quiénes son sus potenciales víctimas? Desde luego, no cualquier persona, mientras los depredadores animales atacan a los más débiles e indefensos, los depredadores emocionales hacen lo contrario: sus víctimas son personas que envidian, admiran o ven que el entorno lo hace. Y aunque esto resulte extraño, tiene una doble explicación: atacan precisamente a esas personas porque temen que descubran su "miseria interior" y, además, porque desean apropiarse de su don.
Lo que resulta curioso es que personas sobresalientes sucumban al ataque de estos depredadores. Pero, pensándolo bien, todos tenemos un punto débil. Poco importa el nivel de estudios o el grado de madurez que hayamos adquirido, porque los depredadores se dedican a estudiar a sus víctimas antes de atacarlas. Adulan al vanidoso, miman al cariñoso y elogian al intelectual, de manera que la presa no es capaz de percibir la realidad mientras va cayendo en la tela de araña que minuciosamente van tejiendo los depredadores emocionales.
Están ahí fuera, disfrazados de gente normal. No buscan vuestra sangre, sino vuestra energía. La mayoría de las personas difíciles, son una combinación de dos o más tipos de vampiros.
Aprender a distanciarnos de personas que no quieren cambiar y que nos dañan, es una tarea necesaria para tener una mente sana. Debemos proteger nuestra energía y la única manera es alejarse de ellas.
A los Vampiros energéticos, les falta integridad, tienen muy poca idea de quién o qué son en realidad. Se sienten confusos de su propia identidad. Si os relacionáis demasiado con ellos, terminaréis por no conoceros, estaréis confusos de vuestra identidad, el mordisco de un vampiro puede convertiros en vampiros. En los casos más graves de vampirismo, se puede acabar dañado psicológicamente, emocionalmente, moralmente y hasta físicamente.
Vosotros, no los vampiros, tenéis el control, ellos utilizan el miedo, el desconcierto y la confusión para controlaros. Si se sienten descubiertos, salen huyendo o empiezan a proyectar realidades alternativas con otra víctima.
Cuando seáis plenamente conscientes de que estáis siendo vampirizados, la única alternativa es alejarse definitivamente de ellos. No es fácil controlar tus emociones o sentimientos, aunque sí puedes elegir qué hacer y qué no hacer con ellos.
La solución no está en crucifijos, ajos, escudos energéticos, rayos mágicos o patrañas similares. Las actitudes positivistas que a lo que nos conducen es a conformarnos con nuestra situación, por malévola que esta sea, tampoco son la solución, debemos tenerlos apartados de nuestras vidas.
Eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida.
La única forma de acabar con uno de estos seres es con una ESTACA. Pero no una de esas consabidas estacas de madera noble y maza de plata, sino con una proverbial:
la estaca de la indiferencia.
Eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida.
la estaca de la indiferencia.
Y llenarnos de energía positiva,
pero sin desangrar a los demás.
*
pero sin desangrar a los demás.
Lo sien to, me gustan más las vampiresas.....
ResponderEliminar¡Ah!,
ResponderEliminarpero también aparecen...
Sí, conozco unos pocos vampiros, de esas especies y de otras, pero ni caso.
ResponderEliminarY, pensándolo bien, quizá todos somos un poco vampiros para alguien en algún momento, pero supongo que eso no tiene solución.
Por cierto, a mí también me gustan más las vampiresas, pero las de película, no las reales, que haberlas haylas. Es que uno es bastante peliculero.
Yo también los he conocido, y seguro que todos hemos sido alguna vez uno de ellos, seguro que sí, pero en los casos puntuales o esporádicos sí que tiene solución, en los casos severos creo que no y la única salida es esa estaca.
ResponderEliminarSi esto, en este mundo de Internet
cae en manos de alquien que necesite salir de una vampirización grave, pues estupendo.
En cuando a lo de las vampiresas, tranquilos, os entiendo perfectamente, sois hombres:)
Los que más me gustan son los puritanos, tipo Rajoy, Espe, Gallardón, etc....
ResponderEliminarJoer, casi se me olvidan los curas y los sindicalistas...
ResponderEliminar¿Y qué me dices de los "progres"?
ResponderEliminarYo creo que un tanto por ciento muy elevado de los que se dedican a la política tienen características de todos los grupos.
ResponderEliminarLos puritanos tienen un peligro que...
Y algunos "progres", desde luego que han hecho suyo el progreso, porque viven como marqueses.
ola tengo 35 y ase mucho time me paso algo rraro k kamvio mi vida esactamente kuando io tenia 18 desde entonses no e kamviado para nada y no me e enfermado deje a mi falmilia por problemas kiero k algien me de una solusion a mi problema soy uno de ellos y kiero volver aser un umano
ResponderEliminar