Comer mucho y bien fue esencial para los antiguos egipcios.
Loreena Mckennitt
-Marco Polo- (The book of secrets -1997-)
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Las claras diferencias entre la alimentación de las clases privilegiadas y la del pueblo llano ofrecen una visión de la realidad social en el antiguo Egipto.
Si nos atenemos a los datos históricos observamos que, como en todas las sociedades de jerarquía piramidal, existía una gran diferencia entre la alimentación de las clases pudientes y lo que comía el resto de la población. Lo más probable es que el pueblo llano, la clase menos favorecida, cuyo noventa por ciento estaba compuesto por campesinos, comieran dos veces al día, el desayuno compuesto por pan y cebollas dulces y una comida más fuerte a media tarde.
Sin duda alguna, el alimento básico de los antiguos egipcios era el pan, que no faltaba en ninguna mesa por pobre que fuera.
Sabemos que en las clases altas los adultos comían 2 ó 3 veces al día, sentados frente a mesas llenas de alimentos y bebidas, mientras que los pequeños lo hacían sentados en esteras.
La primera comida, el desayuno, consistía en pan, carne, cerveza y algún tipo de dulce; no se hacía en común, sino que los alimentos se consumían una vez que cada miembro de la familia hubiese terminado su aseo matutino.
A la corte del faraón llegaban a diario y en grandes cantidades todo tipo de manjares, sobre todo cuando tenía una celebración, y por eso muchos de los funcionarios palaciegos eran panaderos, cerveceros, carniceros o pasteleros. Los opíparos banquetes, en los que no faltaba de nada, resultando sorprendentemente en un país en el que la escasez era siempre una amenaza. Como botón de muestra, en un papiro del Imperio Nuevo, en el que se especifican los productos necesarios para celebrar la llegada del faraón, aparecen más de 17.000 panes, cien cestos de carne fresca y cien de carne seca, cien bandejas de fruta, setenta carneros, cincuenta sacos de pasas, cien manojos de hierbas para cocinar, sesenta sacos de granadas, además de pájaros, pescados variados, verduras, cerveza, vino, leche..., todo en gran abundacia.
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En contraste con la opulencia de las clases privilegiadas, el pueblo llano, a menudo hostigado por el hambre y la escasez, tenía una dieta muchísimo más pobre. Se alimentaba básicamente de diversas variedades de pan y de cerveza, productos que ellos mismos elaboraban en su casa, y rara vez podía consumir carne. No era por casualidad que el sueldo de los obreros (cuando estaban construyendo las pirámides o formaban parte de alguna expedición) se calculase en cantidades de pan y cerveza. Su alimentación se complementaba con determinadas verduras y legumbres, leche, queso y diversos pescados que capturaban fácilmente en las aguas del Nilo. Sólo en determinadas fiestas religiosas podían acceder a una dieta mejor.
Pero al margen de las celebraciones, en que los excesos parecían estar permitidos, la moral aconsejaba moderación en los placeres de la mesa y existían ciertos tabúes y prohibiciones. Estaba mal visto comer un animal en el que podía encarnarse la divinidad principal de una región concreta (vaca, oveja, determinados pájaros y peces...), y el adecuado comportamiento frente a los alimentos pretendía garantizar las jerarquías sociales establecidas.
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EL PAN DE CADA DÍAPero al margen de las celebraciones, en que los excesos parecían estar permitidos, la moral aconsejaba moderación en los placeres de la mesa y existían ciertos tabúes y prohibiciones. Estaba mal visto comer un animal en el que podía encarnarse la divinidad principal de una región concreta (vaca, oveja, determinados pájaros y peces...), y el adecuado comportamiento frente a los alimentos pretendía garantizar las jerarquías sociales establecidas.
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La elaboración de pan es una de las actividades más frecuentemente representadas en las tumbas egipcias. Se preparaba con trigo almidonero (bedet) o cebada (it), dos cereales cosechados desde los inicios de la civilización faraónica. En este proceso, lamentablemente, el pan arrastraba muchos residuos, entre ellos la arena, que acarreaba molestos trastornos en la dentadura con el paso del tiempo.
Existía un gran abanico de panes (con higos, aromatizados con granos de cizaña...) y para su elaboración se usaban moldes de múltiples formas (circulares, alargados, cónicos...). Los moldes vacíos se colocaban sobre las llamas y tras unos cuarenta minutos, se retiraban y se vertía la masa en su interior. Luego se cubrían para que se cocieran y el pan se extraía del molde.
TODA LA CARNE EN EL ASADOR
Numerosas especies de animales eran cazadas o domesticadas. La carne más apreciada era la de buey, y rebaños de miles de cabezas se criaban en las zonas semiáridas en las que no podían cultivarse cereales.
Además de los bóvidos, se consumía carne de antílopes, erizos, liebres, ratones e incluso de hienas. Aparte de la hiena, otra de las carnes cuyo consumo está en tela de juicio, es la de cerdo, ya que Heródoto cuenta que era tabú; a favor de Heródoto, se puede decir que el cerdo se alimenta de cualquier cosa, que su carne se conserva peor que otras y que además de revolcarse en el fango, produce unos olores desagradables, por lo que es muy posible que esta carne fuese tabú. En contra, la facilidad con la que se criaban estos animales y lo barato de su manuntención, que los hacía muy asequibles. Se han encontrado muchos huesos de este animal, con marcas evidentes de haber sido troceados, lo que lleva a pensar que el cerdo era consumido por estratos sociales más humildes, ya que los ricos consumían carnes de mayor precio.
La forma de preparación de los erizos, era de la siguiente manera:
-una vez eviscerados, se envolvían en una capa de barro y se llevaban al horno para conseguir que cuando ésta se cociera, al romperla se llevase con ella las púas y la piel; esta forma de cocinar no es privativa del Antiguo Egipto, sino que proviene de la experiencia común de los pueblos prehistóricos.
Asimismo, entre la gran diversidad de aves destinadas a la alimentación destacaban patos y ocas, de las que se criaban una decena de especies. Palomos, aún considerados un manjar en Egipto, garzas, codornices, perdices y toda clase de aves acuáticas.
Por motivos religiosos, la forma más habitual de cocinar la carne era a la parrilla, ya que así resultaba más olorosa y más adecuada para las ofrendas. Solía hacerse con espetón al que se iba dando vueltas sobre las brasas. Sin embargo, también se cocinaba en ollas y cacerolas, junto con otros ingredientes.
La necesidad de conservar alimentos cierto tiempo para, por ejemplo, avituallar a los integrantes de una expedición, convirtió en habituales ciertos métodos para conservar la carne, que se almacenaba en ánforas con una inscripción con la fecha de envasado. Con este objetivo, se practicaban tres sistemas básicos:
secar la carne al sol (tiras finas cubiertas con una mezcla de especias, que se quedaban suspendidas de un cordel), en salmuera (para la carne más difícil de secar y más fácil de corromperse, como la de las aves) y confitada.
EL PESCADO,
PROTEÍNAS PARA EL PUEBLO
Numerosas representaciones en tumbas y mastabas recogen escenas de pesca, pues el pescado era el principal aporte de proteínas para el pueblo. Todos los peces representados son del Nilo: siluros, carpas, percas...
El mújol, un pescado de mar que remonta los ríos, era una de las especies más apreciadas. Sus huevas se usaban para elaborar el poutargue, una receta que no ha variado apenas a lo largo de los siglos y que todavía se prepara de forma similar en la región francesa de Marsella.
Los pescados se consumían de inmediato o se secaban para almacenarse. Algunos se adobaban en salmuera con una técnica muy parecida a la del Egipto moderno: se lavaba, escamaba y vaciaba el pescado, se frotaba con sal y se ponía en el fondo de una tinaja que se iba rellenando. Entre capa y capa de pescado se intercalaba una de sal. Y finalmente se colocaba encima un peso, cuya presión hacía que la sal penetrase en los tejidos del pescado y evacuase el agua. Es el fesikh actual, aún muy popular.
VERDURAS Y LEGUMBRES AL ALCANCE DE TODOS
Egipto fue la primera gran potencia en producción agrícola, el delta del Nilo es tan rico en limos que se obtenían varias cosechas al año, algo parecido ocurría en España, aunque a menor escala, en la desembocadura del Guadalquivir. Las lentejas egipcias fueron famosas en la antigüedad y las exportaban tanto a Grecia como a Roma. Egipto era la gran despensa del Mediterráneo, allí se producían excedentes de higos, dátiles, uvas, granadas, almendras. Hortalizas como el puerro, ajos, pepinos, melones, sandías cebollas, etc.
Animales domesticados para el consumo como bueyes, perdices, codornices, etc.
La cerveza es otro de los grandes inventos egipcios, era la bebida nacional por excelencia, la cual se mezclaba con dátiles, se perfumaba con canela o se endulzaba con miel.
Egipto fue la primera gran potencia en producción agrícola, el delta del Nilo es tan rico en limos que se obtenían varias cosechas al año, algo parecido ocurría en España, aunque a menor escala, en la desembocadura del Guadalquivir. Las lentejas egipcias fueron famosas en la antigüedad y las exportaban tanto a Grecia como a Roma. Egipto era la gran despensa del Mediterráneo, allí se producían excedentes de higos, dátiles, uvas, granadas, almendras. Hortalizas como el puerro, ajos, pepinos, melones, sandías cebollas, etc.
Animales domesticados para el consumo como bueyes, perdices, codornices, etc.
La cerveza es otro de los grandes inventos egipcios, era la bebida nacional por excelencia, la cual se mezclaba con dátiles, se perfumaba con canela o se endulzaba con miel.
FRUTAS PROHIBIDAS
Al contrario que las verduras, las frutas eran productos de lujo y se cultivaban en los vergeles privados de los templos, de los grandes personajes y de la familia real.
De las que siguen consumiéndose hoy, sólo tres se conocían en las primeras dinastías: dátiles, higos y uvas. La palmera datilera, autóctona de Egipto y uno de los árboles más representados iconográficamente, debía su importancia en gran parte en la alimentación del difunto.
La higuera, procedente de región sirio-palestina, y el viñedo se aclimataron en las primeras dinastías.
En el caso de los higos, además de consumirse frescos, secos o asados, se añadían al vino para dotarlo de mayor graduación alcohólica. También eran conocidos los melones, las sandías, las algarrobas o las chufas. Pasado el tiempo, ya en el Imperio Medio, llegaron a Egipto las manzanas y las granadas.
Los cítricos no eran conocidos en el Antiguo Egipto, ya que fueron introducidos durante la época romana. Ni tampoco las peras, los melocotones, las ciruelas, las cerezas o los albaricoques, algunos de los cuales llegaron tras la ocupación árabe al establecerse contactos estrechos con las regiones orientales.
La fruta era un producto al alcance sólo de los más pudientes, y se cultivaba en los jardines de templos y palacios. Dátiles, higos y uvas son utilizados desde tiempos inmemoriales. Estas frutas, además de servir para producir vinos, también se utilizaban para la elaboración de panes y, junto a la miel, como edulcorantes, ya que no se conocía la remolacha azucarera ni la caña de azúcar.
LÁCTEOS Y HUEVOS
El consumo de huevos, generalmene cocidos, era muy importante en la dieta de los egipcios. Uno de los más valorados era, posiblemente por su tamaño, el huevo de avestruz, que además de alimentarles, les proveía de cuencos y recipientes, como los que se han encontrado en yacimientos arqueológicos.
La leche se consumía natural. Hemos visto muchas representaciones en las que aparecen cachorros siendo alimentados con leche y botellas que pudieron utilizarse para la alimentación artificial de los bebés. En cambio, hay dudas acerca de la utilización de la leche para cocinar.
También conocían una grasa láctea resultante de hacer mantequilla tradicional batiendo la leche, y después derretirla hasta que el agua y la caseína se separaban. Sólo se aprovechaba la grasa, una especie de manteca. Esta manteca tenía una importante ventaja con respecto a la mantequilla convencional, la de aguantar bien el calor sin estropearse. Aun teniendo mantequilla, no parece probable que la comieran con pan como se hace en la actualidad, ya que esto parece más propio de países fríos.
Igualmente tenían otro derivado lácteo: el queso. Esto queda patente en la tumba de Ipy en Tebas, donde se ve la fabricación del queso de cabra, y también por el descubrimiento de una jarra conteniendo lo que en su día debió ser queso. Y el queso no sólo se dio en el Reino Nuevo, sino que en una tumba del periodo protodinástico se han recuperado vasijas de cerámica conteniendo antiguos quesos.
ACEITE Y VINO,
PRODUCTOS DE IMPORTACIÓN
Los aceites de origen vegetal eran muy variados. Los producían y los importaban del Oriente Próximo, pues los países de la región sirio-palestina gozaban de clima mediterráneo y estaban especializados en la producción de aceite y vino.
Pero también las viñas se adaptaron bien a valle del Nilo desde épocas antiguas, el olivo tuvo problemas de aclimatación durante toda la época faraónica. Así lo prueba el hallazgo de una gran cantidad de ánforas, procedentes de la costa fenicia, que contenían aceite. En las fuentes más antiguas el aceite sólo aparece con un nombre genérico: merehet, pero durante el Imperio Nuevo se mencionan otras dos producciones: el aceite bak (extraído de un árbol, la moringa) y el aceite nehet (de oliva).
Las ánforas que lo contenían incluían una especie de etiqueta, un pequeño texto que especificaba el año de la cosecha, su origen geográfico, su destinatario y muchas veces el nombre del viticultor.
DULCES MUY DULCES
Los postres eran muy elaborados y se les daba diferentes formas, al igual que se hacía con el pan.
De este modo, se hacían galletas con la apariencia de los emblemas reales que el faraón ingería en ceremonias vinculadas a su coronación
La masa de harina de trigo o cebada, enriquecida, o no, con higos, dátiles o semillas, se colocaba en moldes de diferentes formas que se habían calentado previamente en las llamas y luego eran cubiertos para llevar a cabo la cocción.
Una de las recetas más curiosas es la de las galletas-shayt, cuya base no era el cereal, sino los rizomas de una especie de caña, la chufa ouah. Esta raíz fue introducida por los árabes en España en la Edad Media y con ella se prepara hoy la célebre horchata valenciana.
LA CERVEZA,
BEBIDA NACIONAL
La cerveza, mezclada con dátiles, perfumada con canela o endulzada con miel, era la bebida típica de los antiguos egipcios y en grabados, inscripciones y papiros se ensalza por doquier.
Aún en nuestros días, la cerveza egipcia goza de una bien merecida fama por su calidad, aroma y gusto. La llamada heneket, la más extendida, se elabora en todos los hogares.
Se elaboraba amasando harina de cebada o trigo; se molía y se hacían con ellas panes, que se cocían ligeramente. Se horneaban, dejándolos algo húmedos y, una vez fríos, se troceaban e introducían en recipientes (de cerámica sellados para evitar en lo posible que se agriaran) con agua y edulcorante (dátiles o miel) dejándolo macerar y fermentar durante un tiempo, luego se añadía agua y se pasaba por un filtro con agua.
Se elaboraba amasando harina de cebada o trigo; se molía y se hacían con ellas panes, que se cocían ligeramente. Se horneaban, dejándolos algo húmedos y, una vez fríos, se troceaban e introducían en recipientes (de cerámica sellados para evitar en lo posible que se agriaran) con agua y edulcorante (dátiles o miel) dejándolo macerar y fermentar durante un tiempo, luego se añadía agua y se pasaba por un filtro con agua.
Tanta fue su importancia que hubo determinadas divinidades asociadas a ella, una deidad asociada a la cerveza fue Menket. Pero esta bebida en Egipto se comía en lugar de beberse ya que era mucho más espesa que la que elaboramos hoy; además tenía un alto valor nutritivo.
*
Hallé a mi hermano en la otra orilla del vado,
con una pierna en el agua.
Todo el día pasa,
de cerveza en cerveza,
en compañía de alegres compañeros;
¡Y me enrojece el rostro el incesante vomitar!
***
La hermana pasa el día debajo de mis ramas,
junto al hermano,
ebria de vino de uva y granada,
por la fragancia de la resina, bañada.
***
Cuando la beso y separa los labios,
¡Grande es mi alegría!
Pese a no haber probado la cerveza.
*
**
***
[Es sugerente que en esas composiciones,
los amantes se traten de "hermano" (sen) y "hermana" (senet),
ya que ese es el trato que se daba en los textos mitológicos y rituales,
entre Osiris y sus "hermanas", Isis y Neftys.
Por lo tanto, no es imposible que esa manera de referirse uno a otro en los poemas amatorios,
tenga una connotación que asimile a aquéllos con estas últimas deidades,
especialmente el carácter de esa relación.
Resulta evidente que tales términos no tienen nada que ver con una relación familiar
y que deben ser entendidos como expresión de cercanía de afectos;
de hecho, su empleo perdura hoy en día en la jerga popular con el mismo sentido.]
*
-Azada: se utilizaba en la siega.
-Hoz de sílex o metal: para segar el cereal.
-Hojas de madera con dientes de sílex: servían para
cortar el cereal. Posteriormente se reemplazó la
madera por metal y aportó su actual forma curva.
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RECETA EGIPCIA
GALLETAS -SHAYT O GALLETAS DE CHUFAS
GRADO DE DIFICULTAD: no dejarse los dedos al moler las chufas.
MANOS A LA OBRA:
1º.- Poner a Loreena Mckennit interpretando The Mystic's Dream
Concierto de Loorena Mckennitt desde la Alhambra de Granada -Andalucía- (España),
en septiembre de 2006, en el patio del Palacio de Carlos V.
[El emperador Carlos V, ordenó la construcción del palacio junto a la Alhambra para poder
disfrutar de sus maravillas.
El arquitecto encargado de la obra fue Pedro Machuca, un enamorado del renacimiento.
La construcción del palacio comenzó en 1527 y finalizó en su totalidad en 1957.
El palacio es cuadrado, con una fachada principal de 63 metros de ancho por 17 metros de alto.
Destaca su patio circular en el centro, único en su estilo y la obra más destacada del renacimiento
en España. Sólo están decoradas las fachadas sur y oeste en su totalidad.
La norte y este sólo en parte, debido a que el edificio esta unido al Alcázar de la Alhambra.]
2º.- INGREDIENTES
-150 gramos de chufas
-50 gramos de dátiles deshuesados
-1 vaso grande de agua
-50 gramos de miel
-Aceite de oliva
3º.- PREPARACIÓN
-Moler las chufas hasta dejarlas reducidas a un polvo fino.
-Añadir el vaso de agua y amasar hasta conseguir una pasta.
-Triturar los dátiles con un molinillo hasta obtener una pasta fina y mezclarla a continuación con
la miel hasta conseguir una textura parecida a la de la confitura.
-Incorporar a la pasta de chufas.
-Modelar con la masa resultante formas triangulares de unos 50 gramos, vigilando que cada galleta
no exceda el centímetro de altura.
-Freírlas en una sartén con aceite de oliva, dándoles la vuelta hasta que alcancen un tono tostado.
-Servirlas frías...
y a triunfaaar :)
ya que ese es el trato que se daba en los textos mitológicos y rituales,
entre Osiris y sus "hermanas", Isis y Neftys.
Por lo tanto, no es imposible que esa manera de referirse uno a otro en los poemas amatorios,
tenga una connotación que asimile a aquéllos con estas últimas deidades,
especialmente el carácter de esa relación.
Resulta evidente que tales términos no tienen nada que ver con una relación familiar
y que deben ser entendidos como expresión de cercanía de afectos;
de hecho, su empleo perdura hoy en día en la jerga popular con el mismo sentido.]
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Egipto siempre ha sido una región de distintos contrastes y uno de los más marcados y relevantes
es su "tierra roja" (deshret) que conforma el desierto y "tierra negra" (kemet) del valle del Nilo.
es su "tierra roja" (deshret) que conforma el desierto y "tierra negra" (kemet) del valle del Nilo.
En la antigüedad, lo que hoy conocemos como desierto
estuvo cubierto de hierba y había muchos animales,
como una especie de sabana africana, pero el clima se
volvió cada vez más seco transformándolo en el desierto de hoy en día.
Por esa razón, el pueblo se trasladó de
las tierras altas, hacia la ribera del valle del Nilo.
En Egipto, la lluvia era un fenómeno extraordinario y excepcional,
llamaban a la lluvia “el Nilo que cae del cielo”;
cada año, durante la época de las lluvias, se producía la
crecida del Nilo, y con esta inundación anual,
las tierras se llenaban de limo que era lo que hacía fertilizar la tierra.
Sin el Nilo, Egipto habría sido seguramente un desierto.
Las estaciones del año y la distribución del trabajo
dependían de las inundaciones que sufría el Nilo.
La primera estación comenzaba en julio con las inundaciones.
En septiembre empezaba el tiempo de la siembra y germinación.
Y el ciclo terminaba entre finales de abril y el mes de junio con la recolección.
El problema se planteaba al ser las inundaciones periódicas,
pero no siempre regulares
en cuanto a cantidad de agua se refiere.
El cultivo de hortalizas y legumbres requería de esa agua en intervalos más o menos estables,
lo cual no pasaba con los cereales, trigo y cebada que sí se podían almacenar por más tiempo.
El riego de las tierras era imprescindible
y el Nilo al no discurrir por todo Egipto
sólo inundaba parte del territorio, por eso debían de ser regadas artificialmente.
Para las zonas más accesibles se construyeron diques,
los cuales también servían para controlar las inundaciones,
y para las zonas más alejadas se construyeron canales de regadío.
Más adelante, como las inundaciones eran impredecibles,
se llegaron a construir las famosas presas que conocemos hoy en día.
Los antiguos egipcios ignoraban que la crecida del Nilo
estaba provocada por el deshielo de las
montañas de Etiopía y por las lluvias de África.
Según los antiguos egipcios este fenómeno era
obra del dios Hapy.
El sistema de riego más común era el "shaduf",
que consiste en una pértiga con un contrapeso en
un extremo y un recipiente en el otro, con el cual se extraía el agua,
otro método más rudimentario
era recoger el agua con una vasija
y transportarla directamente al campo de cultivo más cercano.
El limo que dejaba a su paso la crecida hacía al país muy fértil,
capaz de producir cereales suficientes para alimentarse
y también almacenar grano para los posibles años de malas cosechas,
cuando la crecida era escasa.
La mayoría de los egipcios eran campesinos y su vida era muy dura.
Debían pagar impuestos que se cobraban en especie,
la mayoría de las veces la mitad de sus cosechas.
Los utensilios de labranza que usaban los campesinos
eran muy rudimentarios: arado,
el más común eran dos varas verticales cuyo extremo inferior estaba unido
y sujeto a una reja que era la que se introducía en la tierra, abriendo el surco,
sólo actuaba sobre la parte más superficial del suelo.
Los animales más usados para tirar del arado eran la vaca y el buey.
Para sembrar la tierra blanda recién humedecida
con la inundación, echaban las semillas a voleo y
dejaban que los animales –bueyes- pisotearan las
semillas para hundirlas en la tierra.
-Hoz de sílex o metal: para segar el cereal.
-Hojas de madera con dientes de sílex: servían para
cortar el cereal. Posteriormente se reemplazó la
madera por metal y aportó su actual forma curva.
El campesino dedicaba la mayor parte del día en
el campo, cuidando la sequía, vigilando las plagas
Era de vital importancia que la tierra estuviera irrigada,
dependiendo el éxito de la cosecha del agua que llegaba a ellas.
Los campesinos podían también disponer de un pequeño huerto
con garbanzos, calabazas, puerros,
lechugas, cebollas y frutas como los dátiles, uvas e higos, incluso granadas.
La ganadería en una sociedad agraria como la egipcia se convirtió
en una actividad de primer orden.
La práctica de la ganadería en el Antiguo Egipto, se remonta al Neolítico.
Se conoce por relieves
de tumbas del Imperio Antiguo.
El pastor vigilaba muy de cerca los rebaños y los asistía personalmente
ante cualquier eventualidad, enfermedades, partos, etc.
Los animales al nacer eran seleccionados por el pastor y luego eran trasladados a lugares
con mejores pasturas para su crianza.
La posesión de ganado, en una sociedad agraria, era un bien muy preciado.
Uno de los métodos para prevenir hurtos, consistía en marcar el ganado.
Se reunían las reses en un lugar determinado,
se les ataban las patas y se marcaban con sello de metal,
generalmente de bronce,
el cual caliente se aplicaba sobre el lomo derecho para dejar allí su marca.
Todo esto bajo la atenta mirada de los escribas
quienes tomaba nota de todos los movimientos.
Una vez seleccionado y marcado el ganado se procedía al engorde,
es decir, alimentarlo a la fuerza
con bolas de harina que se les introducía por la boca.
En relieves de tumbas, se aprecia esta práctica donde
se ve a los campesinos sujetando al animal de distintas maneras,
para que traguen la comida.
la carne y la lana que les proporcionaban las cabras y las
ovejas. Para trabajos de carga se criaron en cautividad
a burros traídos de Nubia, que eran una variedad del asno salvaje de Nubia,
se empleaban en el transporte de mercancías
y también en tareas agrícolas como la siembra y la trilla.
Los campesinos también criaban aves de corral palomas,
patos, ocas, gansos, y corderos
que sacrificaban durante los días de fiesta.
Palomas, patos y gansos completaban su fauna siendo platos muy populares
que aparecen representados repetidamente en varias estelas funerarias.
Los bueyes y los toros eran animales sacrificados a los dioses igualmente,
su carne era la más apreciada
y la más cara para la mayoría de los egipcios por lo que no solía ser un alimento cotidiano.
En la tumba de Tutankhamón, en su ajuar funerario fueron hallados restos de buey,
patos momificados, ramos de flores y cestos de frutas,
los que fueron minuciosamente documentados por Howard Carter.
Les encantaba practicar la pesca como deporte, y el Nilo, con su tranquilidad,
era el lugar idóneo para ello.
Una de las actividades de ocio más practicadas por la clase alta egipcia,
era la pesca con lanza y arpón, que era la más primitiva.
Por lo general se cazaba desde la orilla del río, o desde uno de sus muchos canales,
pero también era frecuente hacerlo desde barcazas de papiro.
Los peces se apreciaban como fuente alimenticia por su alto valor protéico,
sin embargo los peces eran "ceremonialmente" impuros,
y los sacerdotes no los consumían.
Era tabú consumir algunas especies, como la perca del Nilo y el pez tapir.
El Nilo también ofrecía la posibilidad inmensa de su pesca,
que se hacía con redes
o incluso con cañas con anzuelo.
A los egipcios el mar les imponía mucho respeto,
temían al mar porque no alcanzaban a saber qué había a la otra orilla,
y lo llamaban el Gran Verde.
La sal, que sí conocían y utilizaban los antiguos egipcios muy a menudo, provenía de
Wadi en-Natrum, valle de la zona occidental del delta.
La sal del mar era considerada impura,
como cualquier otra cosa conectada con el mar,
pertenecía al dominio de Seth, dios del mal.
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RECETA EGIPCIA
GALLETAS -SHAYT O GALLETAS DE CHUFAS
GRADO DE DIFICULTAD: no dejarse los dedos al moler las chufas.
MANOS A LA OBRA:
1º.- Poner a Loreena Mckennit interpretando The Mystic's Dream
Concierto de Loorena Mckennitt desde la Alhambra de Granada -Andalucía- (España),
en septiembre de 2006, en el patio del Palacio de Carlos V.
[El emperador Carlos V, ordenó la construcción del palacio junto a la Alhambra para poder
disfrutar de sus maravillas.
El arquitecto encargado de la obra fue Pedro Machuca, un enamorado del renacimiento.
La construcción del palacio comenzó en 1527 y finalizó en su totalidad en 1957.
El palacio es cuadrado, con una fachada principal de 63 metros de ancho por 17 metros de alto.
Destaca su patio circular en el centro, único en su estilo y la obra más destacada del renacimiento
en España. Sólo están decoradas las fachadas sur y oeste en su totalidad.
La norte y este sólo en parte, debido a que el edificio esta unido al Alcázar de la Alhambra.]
2º.- INGREDIENTES
-150 gramos de chufas
-50 gramos de dátiles deshuesados
-1 vaso grande de agua
-50 gramos de miel
-Aceite de oliva
3º.- PREPARACIÓN
-Moler las chufas hasta dejarlas reducidas a un polvo fino.
-Añadir el vaso de agua y amasar hasta conseguir una pasta.
-Triturar los dátiles con un molinillo hasta obtener una pasta fina y mezclarla a continuación con
la miel hasta conseguir una textura parecida a la de la confitura.
-Incorporar a la pasta de chufas.
-Modelar con la masa resultante formas triangulares de unos 50 gramos, vigilando que cada galleta
no exceda el centímetro de altura.
-Freírlas en una sartén con aceite de oliva, dándoles la vuelta hasta que alcancen un tono tostado.
-Servirlas frías...
y a triunfaaar :)
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Completa entrada, como siempre. Fantástica.
ResponderEliminarLos versos me suenan :-)
Los versos crepusculares a mí también.
ResponderEliminarA pesar no ser especialmente goloso, igual un día me animo, que los egipcios no eran tontos...
Joér además me gustan los postres sencillos, sin mucho pringue.
ResponderEliminarÉstas riojanas.....
Juan, como siempre, creo que me quedo corta :) Es que los versos, además de adecuados para la ocasión: son sonoros.
ResponderEliminarPues Gato, éste es muy pringoso:),
ResponderEliminardéjate de postres, con tus primeros y segundos platos nos conformamos.
Verdad que los egipcios no eran tontos, algunos vivían como faraones, ya te digo.
Gran entrada, Marian.
ResponderEliminarMe ha costado sacarle el tiempo que merece, pero ¡al final lo he conseguido!
Una duda: ¿la cerveza egipcia actual se elabora como en la época de los faraones?
Pues muchas gracias Xibeliuss.
ResponderEliminarParece ser que sí, que se elabora como entonces, pero no estoy segura, lo que sí es seguro es que se sigue haciendo en las casas egipcias y casi que no habrá variado mucho la forma de elaborarla.