Me gustas al natural.
Mentira cochina,
al natural sería con bigote y vello por todo el cuerpo.
-La piel, el órgano más grande del cuerpo y posiblemente el más sensible a las emociones-
Los estragos contemporáneos de este mito de la belleza están destruyendo físicamente y agotando psicológicamente a las mujeres. Para librarnos del peso muerto que una vez más se ha hecho de la femineidad, lo primero que necesitamos las mujeres, no son ni votos ni manifestantes ni pancartas, sino una nueva forma de ser.
Nos empeñamos en dar caza a la belleza casi con más tesón que a la felicidad y empleamos en ello sufrimientos, privaciones y grandes sumas de dinero.
Hay una violencia real hacia la mujer para que no acepte su cuerpo, y está promovida solamente por los intereses comerciales, una realidad manipulada, por ejemplo, por los retoques hechos con photoshop para los anuncios. Así, las mujeres construyen en sus mentes una imagen de un cuerpo y una cara que no son reales.
Estar sano ya no es un deseo y una aspiración natural, sino una especie de tiranía que ha convertido la salud en un deber que, según la industria del bienestar, sólo podemos satisfacer mediante el consumo de determinados productos y servicios comerciales. Esta muestra de mensajes forma un agobiante y tiránico discurso pro-belleza muchas veces falaz.
Las mujeres tienen su cruz de tormento que es seguir los cánones de belleza establecidos por la tradición “para que una mujer sea bella debe tener poco vello”.
Imaginad que las mujeres se ponen en huelga de belleza y aparecen todas con bigotes y piernas peludas, pues al cabo de unas generaciones sería algo normal.
En realidad, el fundamento está en nosotros mismos, en nuestra sociedad, en habernos convertido en seres altamente influenciados para ser aceptados, en tomar todo lo dicho como verdadero, sin sentarnos a reflexionar por un minuto. Las consecuencias de este modelo de belleza ya las conocemos: bulimia, anorexia, depresión y demás. Algo tan simple como vestirnos, maquillarnos parece llevarnos en casos extremos a las peores enfermedades físicas y psíquicas, todo por querer encajar en este modelo de belleza.
RETOQUES...EN LAS FOTOGRAFÍAS
EN DEFINITIVA, GENTE CORRIENTE
Bien, mujeres y hombres, a cuidarse y a verse con buen aspecto, pero sin esclavitud.
¿Para qué queremos otra esclavitud? ¿Para gustarnos a nosotros mismos o para gustar a los demás?, para que nos admiren. No busquemos nuestra autoestima en lo que estimen los demás de nosotros.
MERCEDES SOSA
la belleza
la belleza
Qué grande el mafiosillo de Sinatra...
ResponderEliminarY digo yo, ¿porqué hay gente que se obsesiona tanto con su aspecto? Si dentro de cien años todos calvos y aquí no os vais a quedar ninguno.
Perdón, el comentario anterior no de La Taberna, es exclusivamente de Juan Nadie. Es que estaba enredando.
ResponderEliminar¡Qué honor! La Taberna en persona.
ResponderEliminarSí será lo que fue, pero como artista es único y de su voz, no hablemos.
Eso mismo digo yo, revoltosillo.
ResponderEliminarLo jodido es que ahora nos a esclavizan con productos de belleza a los hombres también....hasta ahora no nos afectaba demasiado.
ResponderEliminarPor cierto, cambio de look en el blog también.
ResponderEliminarPues ten cuidado, no hay hombre más feo que un metrosexual, para mí gusto, claro, bueno, tampoco un hombre de las cavernas.
ResponderEliminarCon el look ése hago lo que puedo, que no es lo que quiero, pero poco a poco.
La cabecera ha sido cuestión de pixeles, que jose me lo ha dicho.
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