"Platero es pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera,
que se diría todo de algodón,
que no lleva huesos.
Solo los espejos de azabache de sus ojos
son duros cual dos escarabajos de cristal negro."
Juan Ramón Jiménez
23 de diciembre de 1881
29 de mayo 1958, San Juan, Puerto Rico
*
Las blancas paredes de las casas del pueblo,
los patios diminutos,
los pozos que reflejan la luna,
las tardes bañadas por el último sol,
la humilde florecilla del camino,
la fuente retirada y sonora...
Juan Ramón a través de Platero nos descubre
los pequeños detalles de los que la vida se compone;
detalles pequeños y humildes,
que abundan y se prodigan más que los grandes sucesos
que rompen el hilo de nuestro pasar por la vida.
Platero, con su dulce y alegre trotecillo,
llama a las puertas de nuestro corazón dormido
y entra para bañarle de la tenue y mágica luz de lo real,
mezclada con el suave reflejo, rosa, violeta o malva, del ensueño.
El mundo de Platero no es, como pudiera parecernos, un mundo irreal.
Es un mundo cotidiano con el que a diario nos vamos tropezando.
El mundo de las personas y las cosas;
el mundo que, de tan cercano, solemos olvidar.
De la mano de Juan Ramón,
Platero nos va llevando hasta esa gama tan diversa de personajes.
Nos los presenta como amigos queridos y entrañables,
uno a uno, por sus nombres y su reducido mundo.
Otras veces,
el trotecillo inquieto y sensible de Platero
nos conduce por las veredas de la emoción triste,
o hasta la vacía jaula del canario muerto al que,
tal vez un día, veamos salir del corazón de una rosa blanca.
Leer "Platero y yo" es sentir la sensación de ser por siempre niño,
No es uno de mis favoritos, lo que en absoluto le resta méritos.
ResponderEliminarTampoco de los míos, y digo lo mismo que Gato, sin que vaya a servir de precedente.
ResponderEliminarPues no os voy a poner las orejas de burro, porque el gusto es particular, (con un ratito cara a la pared será suficiente).
ResponderEliminarDe acuerdo, lo merecemos, pero seguirá siendo un poco blandito.
ResponderEliminarEso es indiscutible, no lleva huesos, se diría como algodón.
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